El pescado es bajo en grasas saturadas y proporciona una buena dosis de ciertos nutrientes, como proteínas, según la American Heart Association. El pescado fresco está disponible en la mayoría de los supermercados, pero puede ser costoso y no siempre encontrará el tipo que está buscando. El pescado congelado es una buena alternativa. Es probable que encuentre más variedad, y a menudo también tiene un precio más bajo.
Datos básicos de pescado congelado
El pescado congelado es bajo en grasas saturadas y contiene ácidos grasos omega-3, que pueden ayudar a reducir la presión arterial y reducir el riesgo de problemas cardíacos, según la American Heart Association. Los pescados grasos, como la trucha, el salmón y la caballa, son su mejor apuesta para aumentar su consumo de ácidos grasos omega-3. La mayoría de los peces, como la trucha, el bacalao, el eglefino y el salmón, también suministran pequeñas cantidades de hierro y calcio.
Fresco vs. Congelado
El pescado que compra en el congelador de su tienda de comestibles se congela tan pronto como se captura. Eso significa que está obteniendo todos los nutrientes que obtendría si comiera esa misma pieza de pescado fresco del agua y tal vez incluso más. Optar por pescado congelado también aumenta las variedades que tiene disponibles, ya que no tiene que esperar a que sus tipos favoritos estén en temporada. El pescado congelado también es bueno para el medio ambiente, porque ayuda a reducir el desperdicio y disminuye los recursos de envío necesarios para llevarlo del agua a la mesa lo más rápido posible, según "National Geographic".
Contaminación de pescado congelado y mercurio
Si bien la American Heart Association recomienda que las personas coman pescado regularmente, ciertas personas deben proceder con precaución cuando se trata de algunos tipos de pescado. Según la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos, los peces más grandes, como el tiburón, la caballa real, el pez espada y el blanquillo, pueden contener grandes cantidades de mercurio. Las mujeres embarazadas y los niños no deben comer este tipo de pescado en absoluto. Debido a que el mercurio tiene un impacto negativo en el cerebro y el desarrollo neurológico, estas poblaciones deberían optar por variedades de bajo contenido de mercurio como el salmón, la tilapia, el bacalao y la trucha de agua dulce. Pregúntele a su médico acerca del atún, porque los límites semanales y mensuales varían según la edad y el tipo. Por ejemplo, la mayoría de las personas no deben comer más de 6 onzas de atún blanco por semana, según la American Heart Association.
Manteniendo a sus peces saludables
La American Heart Association recomienda que coma al menos dos porciones de pescado cada semana, y el pescado congelado cuenta para ese objetivo. Elija paquetes de pescado congelado que no estén rotos o abiertos, porque los paquetes abiertos pueden contaminarse con bacterias que pueden enfermarlo. Busque paquetes de pescado congelado en el medio o en la parte inferior de la caja del congelador, recomienda la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos. Descongele el pescado congelado sumergido en un recipiente con agua fría en el refrigerador o en la descongelación en su microondas. Disfrute de su pescado al horno, a la parrilla oa la parrilla, porque estos métodos de cocción no agregan mucha grasa, como lo hace freír.