Los plátanos congelados pueden ser un refrigerio fresco en un día caluroso; utilizado como un delicioso ingrediente batido; guardado para futuros esfuerzos de horneado; o hecho en golosinas agregando una salsa de chocolate y coberturas.
Dado que un plátano mediano (aproximadamente siete pulgadas de largo) tiene tres gramos de fibra, 422 miligramos de potasio y 105-110 calorías, según la base de datos de alimentos de LIVESTRONG MyPlate y Medical News Today, los plátanos congelados son un golpe saludable.
Paso 1: Descongelar parcialmente
Retire los plátanos del congelador y déjelos descongelar durante al menos cinco minutos antes de cortarlos. Si todavía son demasiado difíciles de cortar, espere otros dos o tres minutos, luego intente nuevamente. Otra opción sugerida por ModernMom es meterlos en el microondas para descongelar durante uno o dos minutos si necesita un plátano descongelado rápidamente.
Paso 2: Comience con unas pocas rodajas
Corta las dos puntas del plátano, lo suficiente como para cortar la cáscara y la pulpa de la fruta.
Ajuste el plátano de modo que el lado curvo quede hacia abajo, luego corte el plátano a lo largo. Si cortar el plátano en toda su longitud es demasiado difícil, córtelo por la mitad por la mitad, luego córtelo por la mitad a lo largo.
Paso 3: pelar suavemente
Usa tus dedos para pelar la cáscara del plátano lejos del plátano aún congelado. Una vez cortado y descongelado, el plátano se volverá marrón rápidamente, como muchas otras frutas lo hacen cuando se cortan, por lo que querrá usarlo de inmediato.
Paso 4: ¡Disfruta!
Ya sea que esté colocando su plátano congelado en rodajas en una licuadora para un batido, un tarro de albañil con avena o agregándolo a un plato horneado, los plátanos congelados son versátiles y deliciosos.
Propina
Para evitar el desafío de tener que pelar un plátano congelado, almacene su plátano en el congelador ya pelado. Puede volver a colocar los plátanos enteros pelados en un almacenamiento seguro para congelar para su uso posterior, o puede cortar previamente el plátano antes de almacenarlo en el congelador, según cómo vaya a utilizarlos en el futuro.