Las fresas rellenas y jugosas están repletas de vitamina C y fibra, pero algunos niños pequeños pueden tener una reacción alérgica. Existe cierto desacuerdo entre los expertos sobre cuándo se deben introducir las fresas en la dieta de un niño. Algunos médicos y dietistas recomiendan esperar hasta que los niños tengan al menos un año de edad, especialmente si hay antecedentes de alergias alimentarias en la familia, mientras que otros pueden recomendar de seis a 12 meses o incluso 2 años de edad. En cualquier caso, es mejor conocer los riesgos y síntomas de las alergias a la fresa antes de que su hijo reciba este alimento.
Introduciendo fresas
Muchos expertos no están de acuerdo sobre cuándo los niños pueden comer fresas por primera vez. La dietista registrada Peggy O'Shea Kochenbach recomienda esperar hasta que los niños tengan al menos 2 años antes de alimentarlos con fresas por primera vez. El sitio web Wholesome Baby Food.com sugiere que los niños comiencen a comer fresas entre los seis y los 12 meses. Sin embargo, la Academia Estadounidense de Pediatría afirma que los alimentos se pueden comenzar a los 4 meses de edad, o 17 semanas, y que la retención de alimentos alergénicos, como las fresas, hasta que el niño sea mayor de seis meses no ofrece beneficios protectores. La introducción de alimentos antes de las 17 semanas de edad se asocia con un mayor riesgo de alergias alimentarias. Si está amamantando, la AAP recomienda que continúe amamantando mientras introduce alimentos sólidos. Las recomendaciones de la AAP se publican en la edición de noviembre de 2013 de "Pediatrics".
Alergias de fresa
Alrededor del 8 por ciento de los niños tienen alergia a los alimentos, y más niños que adultos son alérgicos a las fresas. En algunas personas, ciertas proteínas en las fresas pueden desencadenar una reacción cuando el sistema inmunitario del cuerpo libera histaminas para combatir lo que percibe como una sustancia nociva. Los niños cuyos padres son alérgicos a las fresas pueden transmitir la alergia a sus hijos, y los niños que han tenido reacciones a otros alimentos pueden ser más propensos a ser alérgicos a las fresas, según el Centro Médico de la Universidad de Maryland.
Síntomas
Los niños alérgicos a las fresas suelen presentar síntomas como hormigueo, picazón o hinchazón en la boca, labios, lengua o garganta. Según Beyond Allergy, algunos niños, particularmente aquellos alérgicos a la ambrosía o al polen de abedul, también pueden tener ojos llorosos, picazón y estornudos. También pueden ocurrir reacciones cutáneas, como picazón o urticaria. Las reacciones graves, que incluyen vómitos, diarrea y shock anafiláctico potencialmente mortal, ocurren con menos frecuencia.
Diagnostico y tratamiento
Cualquier reacción al consumo de fresas se debe informar inmediatamente al pediatra de su hijo porque es difícil predecir qué tan grave puede ser la alergia. Las alergias a la fresa se pueden diagnosticar definitivamente con una prueba cutánea en el consultorio de un pediatra o alergólogo. Si bien es fácil evitar comer fresas por sí mismos, puede ser más difícil asegurarse de que su hijo no coma productos que contengan fresas. La dietista registrada Franceen Friefeld advierte que es un mito que las fresas cocidas, en productos como las mermeladas, no causen reacciones alérgicas.