Su cuerpo necesita agua para sobrevivir y funcionar correctamente. Cuando hace ejercicio, está enfermo o está expuesto al calor o la humedad, necesita aún más. Dado que su cuerpo pierde líquido constantemente a través del sudor, la orina y la respiración, es importante beber durante todo el día. Sin embargo, es posible consumir demasiado líquido. Algunas condiciones médicas requieren una restricción de la ingesta de líquidos para evitar complicaciones.
Necesidades diarias de fluidos
Su cuerpo necesita agua para mantener una temperatura normal; para lubricar y amortiguar sus articulaciones; para proteger su médula espinal y otros tejidos sensibles; y para deshacerse de los desechos mediante la micción, la transpiración y las deposiciones. Para reemplazar esta pérdida, obtenga de 8 a 12 tazas de agua por día o 1 cuarto de galón de agua por cada 50 lb de peso corporal, de acuerdo con la Extensión Cooperativa de Clemson. La cantidad exacta puede ser más o menos dependiendo de su edad, afecciones médicas, medicamentos, nivel de actividad física y exposición al clima.
Beba suficientes líquidos para que no tenga sed: la sed es una señal de advertencia temprana de deshidratación. Su orina debe ser clara a amarilla clara. El agua, la leche, la leche de soya, los jugos, las sopas, las frutas y algunas verduras ayudan a satisfacer las necesidades diarias de líquidos.
Intoxicación por agua
Beber demasiada agua puede conducir a una afección potencialmente mortal llamada intoxicación por agua. Se necesita mucha agua para llegar a esta etapa, que suele ocurrir en los corredores que hacen ejercicio durante más de cuatro horas y consumen suficientes líquidos para aumentar de peso durante la carrera. Consumir demasiada agua reduce su nivel de sodio, y necesita sodio para regular la cantidad de líquido en su cuerpo. Un nivel bajo de sodio, llamado hiponatremia, puede hacer que sus células se hinchen. Cuando esto ocurre en las células del cerebro, podrías entrar en coma o morir, dice MayoClinic.com.
Dado que las necesidades de agua de cada persona son diferentes, no hay una cantidad fija de ingesta de agua que sea peligrosa para todos. La mejor opción es seguir las recomendaciones de su médico sobre cuánto es seguro beber. Esté atento a un aumento de peso rápido e inexplicable, náuseas, confusión y vómitos.
Insuficiencia cardíaca
La insuficiencia cardíaca se diagnostica cuando el músculo cardíaco ya no es lo suficientemente fuerte como para bombear la sangre que el cuerpo necesita para llevar a cabo las funciones cotidianas. Puede vivir con insuficiencia cardíaca, pero puede experimentar fatiga, dificultad para respirar, dolor en el pecho y muchos otros síntomas. Parte de controlar la insuficiencia cardíaca es tener cuidado con la ingesta de líquidos; cuanto más líquido hay en el cuerpo, más duro tiene que trabajar el corazón para bombearlo.
Su médico le dirá cuánto es seguro beber, y esa cantidad incluye todos los líquidos. La mejor apuesta es distribuir la ingesta de líquidos durante todo el día y pesarse diariamente, según el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh. Debe llamar a su médico si gana 2 o 3 lb. durante la noche o más de 1 lb. por día durante tres días seguidos.
Enfermedad del riñon
Sus riñones son responsables de mantener el equilibrio de líquidos adecuado y de filtrar el líquido en busca de desechos. Si vive con una enfermedad renal, deberá controlar su ingesta de líquidos para evitar el exceso de trabajo de sus riñones. Los signos comunes de que está bebiendo demasiado líquido incluyen hinchazón en los pies y los tobillos, presión arterial elevada, aumento de peso y acumulación de líquido alrededor de los pulmones, lo que provoca falta de aire, señala la Asociación Estadounidense de Pacientes Renales.
Junto con las bebidas, es posible que también deba limitar su consumo de hielo, paletas de hielo, gelatina, helados, salsas, salsas y sopas.