Pautas bajas en sodio
Un plan de dieta baja en sodio está diseñado para limitar su consumo de sal y evitar aumentos no deseados de la presión arterial. Se recomienda a muchos pacientes con hipertensión, obesidad y afecciones cardíacas que sigan una dieta baja en sodio, que generalmente restringe la ingesta de sal a menos de 1.500 miligramos por día. Un médico generalmente le aconsejará que seleccione alimentos bajos en sodio que contengan menos de 140 miligramos de sodio por porción y, en algunos casos, alimentos muy bajos en sodio, con menos de 35 miligramos por porción.
Uso seguro de sustitutos de la sal
El Instituto Nacional del Corazón, la Sangre y los Pulmones advierte que los pacientes con hipertensión deben consultar a su proveedor médico antes de usar sustitutos de la sal para dar sabor a los alimentos. Muchos sustitutos de la sal contienen cloruro de potasio y pueden ser potencialmente dañinos cuando se usan en pacientes con problemas renales o enfermedades cardíacas. Las pautas de dieta baja en sodio y el uso de sustitutos de la sal son altamente individualizados dependiendo de sus necesidades de salud personales y las causas subyacentes de su hipertensión.
Alternativas a los sustitutos de la sal
En general, la planificación de comidas bajas en sodio debe diseñarse para limitar la ingesta de sal mediante el uso de aromatizantes alternativos. Los pacientes que tienden a usar un exceso de sodio pueden sentir ansias de sabor a sal, y esto se puede controlar usando menos sal y evitando el uso de sustitutos de la sal. Comer alimentos naturalmente bajos en sal como frutas y verduras frescas es una excelente manera de disfrutar de nuevos sabores. También debe experimentar con aromatizantes alternativos para aderezar o acentuar alimentos como hierbas frescas, salsas picantes y jugos cítricos o cáscaras.
Perspectivas de expertos
Si bien una dieta baja en sodio puede ser insípida para algunas personas, reducir lentamente el consumo de sal puede ayudar a los pacientes a adaptarse a los nuevos sabores. Disminuya el uso de sal lentamente en el transcurso de varias semanas, y a medida que sus papilas gustativas se ajusten, será menos probable que anhele sabores salados o necesite sustitutos de sal para sazonar.