Su cuerpo prospera con la glucosa, que es el azúcar que utiliza para sintetizar energía. Los carbohidratos suministran glucosa y otros azúcares que se convierten en glucosa. Pero es una fuente de energía tan vital que el cuerpo tiene un sistema de respaldo llamado gluconeogénesis. Esta vía metabólica produce nueva glucosa a partir de fuentes no carbohidratadas.
Generación de glucosa a partir de carbohidratos
Los carbohidratos están hechos de moléculas de azúcar conectadas entre sí. Los azúcares simples consisten en una a tres moléculas de azúcar, mientras que los almidones contienen cientos a miles de moléculas, informa la Universidad Estatal de Colorado.
El intestino delgado solo absorbe moléculas de azúcar individuales, por lo que las enzimas digestivas descomponen los carbohidratos en los tres monosacáridos: glucosa, galactosa y fructosa. Los monosacáridos viajan al hígado, donde se genera glucosa cuando el hígado convierte la galactosa y la fructosa en glucosa.
El hígado puede enviar glucosa al torrente sanguíneo, donde se transporta a las células que la necesitan para obtener energía. Si los niveles de glucosa en la sangre son lo suficientemente altos como para satisfacer sus necesidades de energía, el hígado almacena la glucosa convirtiéndola en glucógeno o grasa.
Nueva síntesis de glucosa
Cuando el cuerpo produce glucosa a partir de algo diferente a los carbohidratos, el proceso se llama gluconeogénesis. La mayor parte de la gluconeogénesis ocurre en el hígado, pero también se produce una pequeña cantidad en los riñones y el intestino delgado.
Al igual que los carbohidratos, las grasas y las proteínas se digieren en unidades más pequeñas. El glicerol de las grasas y los aminoácidos de las proteínas se pueden usar para producir glucosa. Todos los aminoácidos, excepto la leucina y la lisina, pueden ingresar a la vía de la gluconeogénesis, pero la glutamina es la única que se usa en los riñones y el intestino delgado, según Medical Biochemistry Page.
El lactato es otra sustancia utilizada para sintetizar glucosa nueva. El aumento en el metabolismo energético durante el ejercicio intenso resulta en la producción de lactato. Parte de ella viaja a través del torrente sanguíneo hasta el hígado, donde se convierte en glucosa.
Soporte nutricional
La producción de glucosa depende de una variedad de nutrientes, pero la biotina es una de las más importantes para la gluconeogénesis. La biotina es necesaria para producir la enzima que desencadena el primer paso de la gluconeogénesis en el hígado.
También son esenciales otras tres vitaminas B: tiamina, ácido pantoténico y vitamina B-6. La tiamina y el ácido pantoténico ayudan a sintetizar la acetilcoenzima A, que tiene un papel importante en la gluconeogénesis. La vitamina B-6 se usa para producir una enzima necesaria para convertir los aminoácidos en glucosa.
Fuentes de vitaminas
Comer una dieta equilibrada es siempre la mejor manera de obtener nutrientes. Eso es especialmente cierto cuando se trata de apoyar la gluconeogénesis porque las vitaminas B provienen de diferentes fuentes.
La carne de cerdo, pescado, carne de res, pollo, huevos y granos enteros son buenas fuentes de tiamina, biotina y ácido pantoténico. También obtendrá tiamina de frijoles, calabaza y semillas de girasol. Las mejores opciones para la vitamina B-6 incluyen pollo, salmón, papas, espinacas y plátanos.
En forma suplementaria, la tiamina, la biotina y el ácido pantoténico se consideran seguros y no es probable que causen efectos secundarios. Los suplementos de vitamina B-6 pueden causar dolor y entumecimiento en los brazos y las piernas, pero se necesita al menos 200 veces más que la ingesta normal recomendada para causar efectos secundarios, según el Instituto Linus Pauling.