No importa cómo se mire, la espinaca es una buena nutrición. Cada porción de 1/2 taza no tiene grasa, es baja en calorías y sodio, y también le proporciona a su cuerpo el 50 por ciento de su requerimiento diario de vitamina C y una dosis saludable de fibra. Si bien las espinacas frescas a menudo están disponibles durante todo el año en su tienda local, también puede comprarlas congeladas o congelar las espinacas frescas de su jardín por hasta ocho meses. Cuando llega el momento de comer, la forma más fácil de cocinar espinacas congeladas, y la mejor manera de preservar su valor nutricional, es en su horno de microondas.
Paso 1
Retire las espinacas congeladas de su empaque del congelador y transfiéralas a un recipiente apto para microondas.
Paso 2
Vierta 1/4 taza de agua por cada 10 oz. de espinacas congeladas.
Paso 3
Cubra el tazón con una lámina de plástico si su tazón aún no tiene una tapa.
Etapa 4
Ponga su microondas en alto y cocine las espinacas congeladas durante 6 a 7 minutos por 10 oz. de espinacas aumente el tiempo de cocción a la mitad por cada adición de 10 oz. paquete.
Paso 5
Retire la tapa, revuelva las espinacas y continúe cocinando durante otros 1 a 2 minutos o hasta que las espinacas estén calientes por completo.
Paso 6
Transfiera las espinacas cocidas a un colador para drenar. Presione las espinacas con una cuchara grande para eliminar todo el exceso de líquido.
Cosas que necesitarás
-
Tazón con tapa
Envoltura de plástico
Cuchara
Propina
Cocinar espinacas congeladas hirviendo durante 9 a 11 minutos en su estufa es otra opción. Sin embargo, la ebullición conducirá a una reducción significativa en su contenido de vitamina C.