La aspirina, también llamada ácido acetilsalicílico, tiene varios efectos terapéuticos potenciales. El medicamento puede controlar la inflamación, ayudar a controlar el dolor y también tiene implicaciones para controlar algunos tipos de enfermedades cardiovasculares. La aspirina tiene un efecto en el torrente sanguíneo y puede interactuar con otros compuestos que controlan la coagulación de la sangre, incluida la vitamina K.
Función de la vitamina K
Una de las funciones principales de la vitamina K es controlar el grosor de la sangre y permitir la coagulación de la sangre en caso de lesión. La vitamina K puede activar varias proteínas involucradas en una vía de comunicación celular llamada cascada de coagulación. Esta cascada promueve la agregación de células sanguíneas, llamadas plaquetas, para causar la formación de un coágulo sanguíneo. Demasiada poca vitamina K puede evitar que su cuerpo responda adecuadamente a las lesiones, lo que aumenta el riesgo de hematomas y otras hemorragias internas. La vitamina K también interactúa con productos farmacéuticos que tienen un efecto sobre la coagulación de la sangre, como la warfarina y la aspirina.
Efecto de la aspirina en la sangre
Algunas personas que sufren trastornos de coagulación y enfrentan un mayor riesgo de coágulos sanguíneos peligrosos toman aspirina para ayudar a controlar el grosor de la sangre. La aspirina tiene el efecto opuesto de la vitamina K y ayuda a prevenir la activación inadecuada de la cascada de coagulación. Según la gravedad del trastorno de coagulación, los pacientes pueden tomar aspirina por sí solos o en combinación con otros medicamentos anticoagulantes.
Consideraciones para tomar vitamina K y aspirina
La aspirina y la vitamina K pueden funcionar en combinación para ayudar a mantener su sangre en un grosor apropiado en algunos casos, pero no en todos. Un equilibrio adecuado de aspirina y vitamina K le permite a su cuerpo responder adecuadamente a las lesiones, al tiempo que evita la formación de coágulos espontáneos. Un cambio en la dosis de sus suplementos de vitamina K o aspirina puede alterar este equilibrio, favoreciendo el sangrado o la formación de coágulos. Si toma aspirina, informe a su médico qué suplementos vitamínicos toma y notifique a su médico sobre cualquier cambio en su régimen de suplementos.
Peligros de los antagonistas de la vitamina K y la aspirina
En algunos casos, los medicamentos que afectan la actividad de la vitamina K dentro de su cuerpo pueden provocar complicaciones si también toma aspirina. Un estudio publicado en mayo de 2009 en el "Journal of Thrombosis and Thrombolysis" indica que los antagonistas de la vitamina K, medicamentos que disminuyen la actividad de la vitamina K en su cuerpo, no ofrecen ventajas adicionales sobre la terapia con aspirina sola en la mayoría de los casos, y podrían conducir a Reacciones adversas. Si ya toma medicamentos para controlar la actividad de la vitamina K en su cuerpo, siempre consulte a un médico antes de tomar aspirina.