La cebada perlada, que se encuentra en la mayoría de los supermercados, se somete a una máquina perladora que pule la capa de salvado exterior, dejando un grano suave y de sabor suave. La cebada en maceta o escocesa está mínimamente pulida, dejando un poco de salvado exterior, un sabor a nuez y una textura más masticable. Sin embargo, la cebada en maceta es más difícil de encontrar en las tiendas y lleva unos minutos más cocinarla. Ambos tipos de granos proporcionan fibra, vitaminas y minerales, y pueden ayudar a reducir el colesterol. Sustituya la perla de la cebada en casi cualquier receta, excepto los postres.
Paso 1
Enjuague bien la cebada para eliminar el polvo y las materias extrañas.
Paso 2
Hervir agua en una cacerola en una proporción de tres partes de agua por una parte de cebada. Por ejemplo, para 1/2 taza de cebada, use 1 1/2 tazas de agua hirviendo. Para un sabor adicional, use caldo de carne o vegetales en lugar de agua.
Paso 3
Agregue la cebada y reduzca el agua o el caldo a fuego lento. Cocine durante aproximadamente una hora, o hasta que la cebada esté completamente tierna y se absorba toda el agua.
Etapa 4
Agregue condimentos, como ajo, pimienta, sal y hierbas, al gusto.
Paso 5
Agregue cebada cocida a las sopas y guisos para una nutrición adicional y un sabor abundante, y como espesante.
Cosas que necesitarás
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Cacerola grande con tapa
Caldo de verduras o ternera, opcional
Condimentos