Las pechugas de pato se pueden comprar con o sin la piel. Eliminar la piel reduce el contenido de grasa y calorías del pato. A 3 oz. porción de pechuga de pato sin piel contiene 119 calorías y 3 g de grasa, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. A 3 oz. la pechuga de pato con la piel contiene 172 calorías y 9 g de grasa. Los trozos de pato sin piel se preparan mejor salteados, a la parrilla o a la parrilla.
Paso 1
Corta cualquier piel del pato con un cuchillo de pollo afilado. Recorte todas las piezas de exceso de piel y grasa. Reserve la grasa y la piel para hacer salsa, si lo desea.
Paso 2
Prepara una marinada para el pato. Puede ser tan simple como cubrir el pato con aceite de oliva, sal y pimienta fresca molida. Los condimentos adicionales que combinan bien con el pato incluyen orégano, salvia, tomillo, pimienta de Jamaica, ajo y cilantro. Cubre el pato con la marinada y envuélvelo con un trozo de plástico.
Paso 3
Marinar el pato durante una o dos horas en el refrigerador. Debajo de la piel de un pato hay una gruesa capa de grasa que ablanda la carne durante la cocción. Los adobos pueden ayudar a reemplazar la grasa eliminada cuando quitas la piel del pato.
Etapa 4
Calienta una sartén grande a fuego medio. No ponga aceite en la sartén cuando cocine el pato.
Paso 5
Coloque las pechugas de pato en la sartén. Cocine los senos durante aproximadamente tres minutos en ambos lados, hasta que estén ligeramente dorados.
Paso 6
Use un termómetro para carne para verificar que esté listo. Pegue el termómetro en la sección más gruesa del seno. La temperatura interna debe leer 165 grados Fahrenheit.
Paso 7
Retire el pato de la sartén y colóquelo sobre una capa de toallas de papel. Sirve el pato inmediatamente con tu salsa o salsa favorita.
Cosas que necesitarás
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Pechugas de pato
Cuchillo
Toallas de papel
Envoltura de plástico
Aceite de oliva
sal
Pimienta molida fresca
Sartén grande
Termómetro de carne
Propina
Descongele la pechuga de pato en el refrigerador antes de cocinarla.