Las pechugas de pollo deshuesadas y sin piel son una excelente fuente de proteínas, pero su contenido bajo en grasas las hace propensas a ser secas y sin sabor. Puede mantener las pechugas de pollo jugosas y deliciosas con una cocina cuidadosa. Olvídate de la caza furtiva sin sabor o del pollo salteado triste en favor de un método clásico de cocina francesa en este plato de estufa. Use estas tiernas y deliciosas pechugas de pollo sobre platos de pasta y ensaladas, o sirva como plato principal con sus acompañamientos favoritos.
Paso 1
Recorte el exceso de grasa y cualquier decoloración de las pechugas de pollo.
Paso 2
Coloque cada pechuga de pollo entre dos capas de papel encerado o envoltura de plástico. Libra a un grosor uniforme con un mazo de carne.
Paso 3
Combina sal, pimienta y tus hierbas favoritas con 1/4 a 1/2 taza de harina, dependiendo de la cantidad de pollo que estés preparando.
Etapa 4
Sumerja cada pechuga de pollo en la mezcla de harina, cubriéndola ligeramente.
Paso 5
Calienta la sartén a fuego medio-alto. Agregue 1/2 cucharada de mantequilla y 1/2 cucharada de aceite de oliva a la sartén caliente.
Paso 6
Coloque las pechugas de pollo en el aceite caliente. Agite la sartén para evitar que la harina se coloree, pero permita que forme una costra en el pollo.
Paso 7
Reduzca el fuego a bajo y cubra la sartén. Cocine por 10 minutos, volteando una vez.
Paso 8
Retirar del fuego. Deje la sartén tapada durante 10 minutos sin perturbarla.
Cosas que necesitarás
-
Pechugas de pollo deshuesadas y sin piel
Tijeras de cuchillo o cocina
Papel encerado o envoltura de plástico
Mazo para carne
Harina
sal
Pimienta
Hierbas y especias
cuenco
Aceite de oliva
Mantequilla
Salteado pesado con tapa