El selenio, un mineral disponible en la dieta, puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, aterosclerosis y ciertos tipos de cáncer. Además, puede ayudar a aliviar los síntomas de la osteoartritis, la artritis reumatoide, los trastornos del estado de ánimo y las cataratas. El yodo también es un mineral importante para las funciones corporales adecuadas. El yodo ayuda en el metabolismo normal de las células y en la función tiroidea normal. Tanto el selenio como la idoina se pueden encontrar en una variedad de alimentos.
Carnes y mariscos
Según el Instituto Linus Pauling, las carnes de órganos y los mariscos son las fuentes alimenticias más ricas en selenio. A 3 oz. porción de camarones contiene 34 microgramos de selenio, mientras que 3 oz. de carne de cangrejo contiene 41 microgramos. En comparación, un 3 oz. porción de carne contiene 16 microgramos de selenio. El Instituto Linus Pauling informa que la ingesta tolerable de nivel superior de selenio por día es de 400 microgramos.
Nueces de Brasil
El Instituto Linus Pauling dice que la cantidad de selenio en las proteínas vegetales depende del contenido de selenio del suelo en el que crecen las plantas. Las nueces de Brasil cultivadas en suelo rico en selenio pueden suministrar más de 100 microgramos de selenio por nuez. Sin embargo, aquellos que crecen en suelos que tienen un contenido pobre de selenio pueden proporcionar 10 veces menos.
Sal yodada y algas
Según el Instituto Linus Pauling, el contenido de yodo en los alimentos también depende del contenido de yodo en el suelo. Ciertas algas pueden ser ricas en yodo. Además, los alimentos procesados pueden tener un alto contenido de yodo porque este mineral se agrega en forma de sal yodada o aditivos alimentarios. Una porción de 1 g de sal yodada contiene 77 microgramos de yodo, mientras que 1/4 oz. de algas secas puede suministrar 4, 5 mg de yodo.
Productos lácteos
Los productos lácteos son buenas fuentes de yodo. El Instituto Linus Pauling informa que el yodo se agrega comúnmente a los productos alimenticios de animales en los Estados Unidos. Esto lleva a que los productos lácteos, como la leche de vaca, sean ricos en yodo. Una porción de 8 onzas de leche de vaca proporciona 56 microgramos de yodo. La toxicidad del yodo en el cuerpo es rara.