El trastorno de pánico y el trastorno obsesivo compulsivo, o TOC, son tipos de trastornos de ansiedad. Estas condiciones pueden causar ataques de pánico, comportamientos compulsivos y pensamientos obsesivos, a veces resultando en un impacto incapacitante en la vida. Estos trastornos pueden tratarse con una combinación de medicamentos y psicoterapia. Evitar ciertos alimentos y seguir una dieta que enfatice los alimentos integrales ricos en nutrientes también puede ayudar a controlar los síntomas del trastorno de ansiedad.
Comida azucarada
Comer alimentos que tienen muchos azúcares agregados, como refrescos, dulces y otros dulces, aumenta los niveles de glucosa en la sangre, lo que resulta en un aumento temporal y elevado del estado de ánimo. Para algunas personas, el aumento estimulante del nivel alto de azúcar puede causar síntomas de ataque de pánico. Una vez que los niveles de azúcar en la sangre bajan, esto puede causar un "colapso", caracterizado por un estado de ánimo deprimido o irritable, que puede provocar ansiedad en algunos otros. Los alimentos azucarados pueden contribuir a la ansiedad, especialmente en personas que son muy sensibles a los efectos del azúcar, incluidas las personas con hipoglucemia u otros trastornos de la glucosa en sangre. Es importante que las personas con trastornos de ansiedad mantengan su nivel de azúcar en la sangre lo más estable posible al comer muchos alimentos ricos en nutrientes, como frutas, verduras con almidón y granos integrales.
Alimentos con cafeína
Para las personas con síntomas de ansiedad severa, como ataques de pánico y comportamientos compulsivos, es imprescindible limitar la ingesta de cafeína. La cafeína puede aumentar la ansiedad en algunas personas debido a sus efectos estimulantes sobre el sistema nervioso. Probablemente sepa que el café y las bebidas gaseosas contienen cafeína, pero es importante tener en cuenta que algunas fuentes de cafeína menos obvias incluyen el chocolate, el té verde y los refrescos que no sean bebidas gaseosas. Ciertos medicamentos también pueden contener cafeína. Según el "Libro de ejercicios de ansiedad y fobia" de Edmund J. Bourne publicado en 2005, las personas con trastornos de ansiedad deben evaluar todas las formas de cafeína en su dieta y esforzarse por reducir el consumo de cafeína a 100 mg / día o menos. Las personas que son especialmente sensibles a la cafeína pueden querer evitarla por completo, señala Bourne.
Alcohol
A diferencia de la cafeína, el alcohol es un depresor que produce una sensación de relajación que puede aliviar temporalmente la ansiedad. Sin embargo, con el tiempo, el alcohol, así como las drogas ilegales, pueden empeorar la ansiedad y desencadenar ataques de pánico o comportamientos de TOC. Además de sus profundos efectos psicológicos, el alcohol también desestabiliza el azúcar en la sangre e interfiere con el sueño, posiblemente contribuyendo aún más a la ansiedad. El consumo de alcohol también puede interactuar con medicamentos utilizados para tratar los trastornos de ansiedad, haciéndolos menos efectivos o causando un efecto sedante peligroso. Desafortunadamente, el abuso de alcohol y el uso de drogas ilegales son comunes en personas con TOC. Para tratar adecuadamente un trastorno de ansiedad subyacente, es crucial obtener el tratamiento adecuado para un problema de drogas o alcohol.
Alimentos procesados
Las carnes procesadas contienen mucha sal y conservantes."The Anxiety and Phobia Workbook" recomienda que las personas con trastornos de ansiedad reduzcan la ingesta de alimentos procesados que estresan el cuerpo debido a los aditivos como la sal y los conservantes. En particular, un aditivo llamado MSG, un ingrediente común en alimentos procesados como sopas, cenas congeladas y comida rápida, puede causar nerviosismo y malestar, según un artículo sobre nutrición y ansiedad de Ilyne Sandas, MA, LP y Christine Siegel, MA, LP La evidencia anecdótica de que los alimentos procesados pueden contribuir a los problemas de salud mental fue respaldada por un estudio publicado en "The British Journal of Psychiatry" en 2009, que concluyó que una dieta rica en alimentos procesados como granos refinados, carnes procesadas y desiertos endulzados contribuyó a depresión en adultos de mediana edad, mientras que una dieta rica en alimentos integrales como frutas, verduras y pescado demostró ser protectora para la salud mental.