El músculo tibial posterior es el músculo de la pierna que apunta el pie hacia abajo y hacia adentro, y juega un papel clave para mantener estable el arco del pie al caminar y correr. Los problemas con este músculo pueden presentarse como dolor en el interior del tobillo, un arco colapsante o dificultad para pararse sobre los dedos de los pies. Sin embargo, los síntomas pueden imitar otras condiciones, y un médico y fisioterapeuta deben desarrollar un programa de ejercicio adecuado. Un programa puede incluir ejercicios de estiramiento, fortalecimiento y estabilidad.
Ejercicios de estiramiento
Estirar un músculo tenso puede aliviar los síntomas de rigidez y permitir que el músculo funcione de manera más efectiva. El tibial posterior puede estirarse tirando del tobillo y los dedos de los pies hacia afuera y hacia arriba. Debido a que una posición completamente estirada puede ser difícil de lograr por sí solo, estirar el pie con un cinturón o solicitar la ayuda de una segunda persona a veces puede proporcionar mejores resultados. A veces, estirar otros músculos que tienen funciones similares puede ayudar. Los estiramientos dirigidos a los músculos de la pantorrilla y al dedo gordo del pie pueden ayudar a partes del tibial posterior.
Rango de movimiento
Si el tibial posterior es débil o doloroso, se pueden recomendar ejercicios activos de rango de movimiento incluso antes de comenzar cualquier ejercicio de fortalecimiento resistivo. Mover el músculo a través de su rango es vital para prevenir la rigidez en el tobillo y el pie. Realizar un rango completo de movimiento implica comenzar con el pie y los dedos apuntando hacia abajo y hacia adentro, y terminar con el pie y los dedos apuntando hacia arriba y hacia afuera. Si cierta parte del rango de movimiento es dolorosa, los fisioterapeutas generalmente recomiendan evitar ese movimiento y enfocarse en el movimiento que puede hacer sin dolor.
Fortalecimiento Resistivo
Las bandas elásticas o los tubos son formas excelentes de apuntar al tibial posterior. Un peso del manguito colocado alrededor del mediopié también puede proporcionar resistencia. Apuntar los dedos de los pies y el pie hacia abajo y hacia adentro, contra la resistencia de una banda, trabajará para contraer el tibial posterior, construyendo así la fuerza. Lentamente, permitir que la banda jale el pie y los dedos de los pies hacia atrás y hacia afuera aumenta la fuerza de una manera diferente: el alargamiento del músculo. La investigación indica que la tendinitis puede tratarse eficazmente mediante ejercicios de alargamiento. El grosor de la banda, la cantidad de repeticiones y la cantidad de peso se pueden avanzar con el tiempo para desarrollar fuerza.
Ejercicios de soporte de peso
Los ejercicios con pesas son valiosos porque son paralelos a los movimientos de la vida real y porque pasamos mucho tiempo de pie. La mayoría de los programas de ejercicio que trabajan en este músculo también incluyen un componente que soporta peso. Caminar sobre los dedos de los pies, realizar elevaciones del talón o crear activamente un arco con el pie mientras está parado puede apuntar al tibial posterior.
Consideraciones
Ciertas lesiones en el tibial posterior o que parecen relacionarse con este músculo en realidad pueden empeorar con el ejercicio. Además, lo que parece ser un problema en el músculo tibial posterior puede ser el resultado de un músculo tenso o débil en otra parte del cuerpo o una lesión completamente diferente. Si algún ejercicio aumenta el dolor o provoca nuevos síntomas, descontinúe y consulte a un médico o fisioterapeuta. Un profesional de la salud capacitado podrá evaluar sus síntomas y determinar qué intervenciones podrían ayudar.