La mitad de las personas en los Estados Unidos consumen refrescos en un día determinado, según la Harvard School of Public Health. Si bien las bebidas azucaradas, como los refrescos, están relacionadas con consecuencias negativas para la salud, como la obesidad y los problemas dentales, siguen siendo la principal fuente de calorías en la dieta de los adolescentes. No importa si lo llama un "refresco", "pop" o "cola", los hechos son los mismos: el consumo de refrescos es uno de los factores dietéticos más comunes en las caries.
El azúcar no es tan dulce
Sus dientes y encías están cubiertos por una capa pegajosa de bacterias mejor conocida como "placa". Las bacterias se alimentan del azúcar, que abunda en una lata de refresco. Cuando las bacterias entran en contacto con los refrescos en la boca, comienzan a metabolizar el azúcar y crean ácidos como subproductos. Estos ácidos atacan la estructura dental y el esmalte durante al menos 20 minutos, lo que aumenta el riesgo de caries. Cada vez que tomas un sorbo de refresco, este ataque ácido de 20 minutos comienza de nuevo. Los adolescentes y los niños son especialmente vulnerables a la caries dental causada por los refrescos porque su esmalte aún no está completamente desarrollado.
Todo sobre el ácido
La mayoría de las gaseosas contienen ácido fosfórico y ácido cítrico, que son muy dañinos para los dientes. Los ácidos pueden ablandar el esmalte de los dientes, aumentando el riesgo de caries y caries. Aunque beber refrescos de dieta resuelve el problema de exponer sus dientes a los efectos dañinos del azúcar, los refrescos de dieta siguen siendo ácidos, por lo que no son una opción segura. Los investigadores informaron que el daño causado a la estructura dental por el consumo excesivo de refrescos de dieta fue similar al daño causado por el uso intensivo de drogas, según un estudio publicado en "Odontología general" en 2013.
Su estilo de bebida
No solo es lo que estás bebiendo, sino cómo estás bebiendo eso puede ser un problema. Mantener el refresco en la boca en lugar de tragarlo rápidamente puede hacer que el refresco se vuelva más ácido y provocar más daños, dice un informe en el "Journal of Zhejiang University Science" publicado en 2009. El efecto también es mayor a medida que la temperatura del refresco aumenta en tu boca.
Salvar tus dientes
El refresco no solo es perjudicial para los dientes: la bebida cargada de azúcar también está relacionada con la obesidad y los problemas de salud que la acompañan. Es mejor eliminar por completo el refresco de su dieta y reemplazarlo con agua; sin embargo, si eso no está en las tarjetas, hay algunas cosas que puede hacer para reducir el riesgo de dañar sus dientes. Beba su refresco con una pajita para reducir la cantidad de contacto que tiene con los dientes. Después de beber refrescos, enjuague su boca con agua para eliminar el azúcar y los ácidos responsables del daño dental. Dé un paso más al enjuagarse con enjuague bucal con flúor. El flúor ayuda a fortalecer el esmalte y reduce el riesgo de caries. Evite cepillarse durante al menos una hora después de beber refrescos.