¿Qué le sucede al sistema de respiración cuando hacemos ejercicio?

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Anonim

El ejercicio intensifica la necesidad de oxígeno

Introducción

Aunque el proceso de respiración es bastante complejo, en términos básicos, es un proceso de intercambio de dióxido de carbono por oxígeno. La frecuencia respiratoria es la cantidad de respiraciones tomadas por minuto. La forma en que el sistema respiratorio responde al ejercicio variará de persona a persona, y también según la actividad que se realice. Otros factores, como el estado cardiovascular, el estado de salud actual, la edad e incluso el sexo, afectan la tasa de respiración tanto en reposo como durante el ejercicio.

En reposo

En reposo, el diafragma y los músculos intercostales (músculos entre las costillas) se contraen y se expanden con cada respiración. Cada respiración se expande y contrae la cavidad torácica, que es el espacio entre las costillas y la columna vertebral. Durante la inhalación, el volumen de la cavidad torácica aumenta a medida que el aire fluye hacia los pulmones. Cuando se expulsa el aire, el volumen disminuye a medida que el aire sale de los pulmones. Con cada respiración, el aire se mueve hacia los pulmones y se intercambian oxígeno y dióxido de carbono. El oxígeno se transporta a los glóbulos rojos y el dióxido de carbono es expulsado al aire. El intercambio de estos dos gases tiene lugar sin mucha fanfarria cuando el cuerpo está en reposo. Sin embargo, cuando la necesidad de oxígeno aumenta durante el ejercicio, la tasa de respiración puede cambiar drásticamente.

Durante el ejercicio

A medida que el ejercicio se intensifica y la necesidad del cuerpo de oxígeno fresco aumenta, la tasa de ventilación responde en consecuencia. Los subproductos metabólicos del ejercicio se acumulan como resultado de la respiración celular, y la cantidad de dióxido de carbono (CO2) en el sistema también aumenta para actuar como un amortiguador contra estos subproductos ácidos. A medida que aumenta la concentración de CO2, el cuerpo responde respirando más profundamente y con mayor frecuencia para disipar el CO2. Los músculos que trabajan también requieren oxígeno fresco. La tasa de respiración también aumenta para facilitar el suministro de oxígeno al torrente sanguíneo, donde luego se transporta a los músculos activos.

Mejoras a largo plazo

Con el entrenamiento continuo de resistencia, el cuerpo se vuelve más eficiente en el uso de oxígeno, así como en la eliminación de subproductos metabólicos. Los músculos activos se vuelven más hábiles para extraer oxígeno fresco de la sangre. El sistema pulmonar también se adapta y mejora su capacidad de transferir oxígeno del aire al torrente sanguíneo y eliminar el dióxido de carbono. Como resultado, la tasa de respiración durante el ejercicio disminuye con el entrenamiento cardiovascular continuo. Con el tiempo, y con un entrenamiento constante, notará que la misma carrera de 1 milla que lo dejó sin aliento durante las primeras semanas de entrenamiento causa mucho menos dificultad para respirar a medida que se pone en forma.

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¿Qué le sucede al sistema de respiración cuando hacemos ejercicio?