A menos que cambie a una dieta puramente orgánica, gran parte de los alimentos que come probablemente estén empaquetados en latas de aluminio. El aluminio, el mineral más abundante en el mundo, proporciona a los fabricantes un material de embalaje ideal, ya que mantiene los alimentos comestibles durante largos períodos. Aunque las latas de aluminio son reciclables, aún conllevan desventajas ambientales y pueden representar un riesgo para la salud del público.
BPA tóxico
El bisfenol A, comúnmente conocido como "BPA", es un compuesto tóxico que se encuentra en algunos plásticos. Los fabricantes de latas de aluminio cubren el interior de las latas con una fina capa de plástico para evitar que el aluminio se filtre en los alimentos. Desafortunadamente, un efecto secundario de incluir un revestimiento de plástico en latas de aluminio es que los consumidores pueden estar expuestos a niveles tóxicos de BPA. Según el Grupo de Trabajo Ambiental, la exposición al BPA en animales de laboratorio causó cáncer, infertilidad, abortos espontáneos, enfermedad ovárica poliquística y resistencia a la insulina, dolencias que, según la organización, también pueden ocurrir en personas.
Potencial de Lesiones
Después de que una persona abre una lata de aluminio, el interior presenta una lesión debido a sus bordes afilados, un riesgo que no se encuentra en otros tipos de material de embalaje de alimentos. El "British Medical Journal" señala que las lesiones sufridas por la apertura de latas de aluminio pueden causar la necesidad de suturas, vendajes estériles y antibióticos. Este riesgo afecta tanto a los niños como a los adultos.
Contaminación
Aunque las latas de aluminio son reciclables, el Instituto de Reciclaje de Contenedores señala que aproximadamente la mitad de todas las latas de aluminio terminan en incineradores o vertederos, lo que resulta en la necesidad de latas adicionales hechas de nuevos materiales. La fundición de aluminio emite dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno, lo que puede provocar tanto smog como lluvia ácida.
Los fabricantes de latas de aluminio deben extraer el mineral de bauxita para obtener suficiente alúmina para fabricar las latas. Crear 1 tonelada de latas de aluminio deja 5 toneladas de material de desecho líquido que puede contaminar el suelo y el agua subterránea.
Problemas de conservación ambiental
Un tercio de todas las plantas de fabricación de aluminio usan carbón cuando producen latas de aluminio. Otro 10 por ciento depende de otros combustibles fósiles, como el petróleo y el gas natural. Los combustibles fósiles, aunque son una fuente de energía común en la industria manufacturera, son limitados. El carbón, el petróleo y el gas natural se forman a partir de la materia orgánica en descomposición debajo de la superficie de la tierra durante millones de años. Una vez que la tierra agota su suministro de combustibles fósiles, crear más no es una opción.
Accesibilidad
Las latas de aluminio pueden conservar los alimentos durante largos períodos, pero sin un abrelatas, abrir algunas latas de aluminio presenta un desafío. Si bien es posible abrir una lata de aluminio con un cuchillo, corre el riesgo de lesionarse al hacerlo. Otros materiales de empaque de alimentos, como cartón y plástico, se abren fácilmente, evitando que tenga que hacer un viaje improvisado a la tienda en caso de que su abrelatas se rompa mientras prepara una comida.