Las lágrimas meniscales son una lesión de rodilla bastante común, una que algunos atletas eligen jugar. Si bien el ciclismo fortalece los músculos de las piernas que rodean la rodilla, su capacidad para continuar en bicicleta depende del tipo de lágrima que sufra. Una rasgadura en ciertas áreas del menisco puede sanar por sí sola sin cirugía; sin embargo, las lágrimas graves requieren más atención y tiempo de recuperación. Su médico puede recomendar un programa de rehabilitación que puede incluir andar en bicicleta con un menisco desgarrado.
Sobre el menisco
Sus rodillas están equipadas con dos almohadillas de cartílago en forma de C que amortiguan la unión de los huesos de la espinilla y el muslo. Las almohadillas se sientan en la parte externa, lateral o interna y media de la articulación.
Las roturas meniscales a menudo ocurren con un giro o rotación contundente de la rodilla, particularmente cuando el pie está plantado en el suelo. Sus meniscos también se desgastan con la edad y el uso. Las lágrimas también pueden ocurrir al realizar actividades normales: el cartílago puede desgastarse lo suficiente como para que un simple movimiento provoque una lágrima.
Ciclismo y meniscos
El ciclismo es un deporte de bajo impacto, lo que significa que hay poco movimiento de carga sobre las articulaciones. Sin embargo, los engranajes más altos, las colinas y las carreras rápidas ejercen presión sobre la articulación de la rodilla. La altura inadecuada del asiento, los cambios incorrectos y conducir demasiado fuerte pueden afectar negativamente a su rodilla.
El dolor a lo largo de la parte interior de la rodilla puede indicar una rotura del menisco medial, mientras que una rotura del menisco lateral causará dolor en el exterior de la rodilla. Otros síntomas pueden incluir hinchazón, pérdida del rango de movimiento completo y bloqueo de la rodilla. Si el ciclismo le causa dolor en la rodilla, detenga la actividad de inmediato. Si el dolor persiste, contacte a su médico.
Tipos de lágrimas
Existen varias clasificaciones de lágrimas, cuya gravedad depende de su ubicación. Las lágrimas a lo largo de las áreas externas del menisco pueden no requerir cirugía, ya que esta área tiene un suministro de sangre para suministrar nutrientes. Estos a menudo se pueden curar con reposo, hielo, compresión y elevación.
Las lágrimas transversales atraviesan el ancho del menisco y se encuentran entre los tipos más severos de lágrimas. Las roturas de la aleta y el cucharón, así como los cuernos rotos, impactan la parte interna de la almohadilla del cartílago; estas áreas pueden requerir reparación quirúrgica y un tiempo de curación más prolongado. Además del desgarro del cartílago, una lesión en la rodilla también puede provocar daños en los ligamentos que mantienen los huesos en su lugar.
Su médico puede determinar el tipo y la gravedad de un desgarro de menisco con un examen físico y pruebas de imagen que incluyen una resonancia magnética y rayos X.
Ciclismo en rehabilitación
A menudo se recomienda andar en bicicleta estacionaria durante la rehabilitación de la rotura del menisco para mantener el estado cardiovascular. Las bicicletas estacionarias se programan fácilmente para proporcionar poca resistencia a la articulación de la rodilla. También pueden ayudar a recuperar el rango normal de movimiento en la rodilla.
Su capacidad para usar o andar en bicicleta depende de la extensión de su lesión, cirugía y salud general. Un médico o fisioterapeuta lo autorizará a andar en bicicleta cuando la hinchazón y el dolor se reduzcan y su rodilla recupere cierta movilidad.