Los altos niveles de cortisol ejercen presión sobre la salud de su cuerpo. Es normal que los niveles de cortisol aumenten durante los momentos de estrés agudo, pero es anormal que estos niveles permanezcan altos. Los niveles elevados prolongados de esta hormona esteroide afectan la función inmune, las vías metabólicas para el uso de energía y el riesgo de enfermedades crónicas. La glucosa en sangre se ve particularmente afectada por los niveles elevados de cortisol.
Condiciones estresantes
En situaciones estresantes, el papel del cortisol es proporcionar glucosa al cuerpo mediante la utilización de reservas de proteínas. Esta entrega rápida de glucosa prepara su cuerpo para el mecanismo de lucha o huida. Cuando el cuerpo está en un estado estresante persistente, el cortisol obtiene glucosa constantemente. Este flujo constante de glucosa conduce a niveles altos de azúcar en la sangre.
Otro efecto del cortisol
El cortisol obtiene glucosa rápida para que el cuerpo la use en momentos de estrés. Al mismo tiempo, el cortisol también reduce los efectos de la insulina. Por lo tanto, no solo los niveles de glucosa en sangre son altos, la insulina no puede realizar su función regular de mantener niveles normales de glucosa, según el "Dietista de hoy". El páncreas continúa liberando insulina, pero las células son resistentes a la insulina. Sin embargo, el páncreas continúa secretando insulina en respuesta a los altos niveles de glucosa, lo que ejerce un estrés adicional sobre el páncreas.
Resistencia a la insulina, cortisol y obesidad
Dado que los niveles altos de cortisol resultan en resistencia a la insulina, los niveles de azúcar en la sangre permanecen elevados. Este efecto puede conducir a problemas de salud aún más graves, como el exceso de peso y la obesidad. Un estudio en julio de 2004 "Hormone Research in Pediatrics" evaluó los niveles de cortisol en niños obesos con resistencia a la insulina. Los niveles de cortisol fueron moderadamente elevados en niños obesos resistentes a la insulina. Con la pérdida de peso, la resistencia al cortisol y a la insulina disminuyó significativamente. Los investigadores concluyen que existe una asociación definitiva entre el cortisol, la resistencia a la insulina y la obesidad.
Baja carga glucémica
En tiempos de niveles altos de glucosa debido a los niveles altos de cortisol, una dieta adecuada puede ayudar a contrarrestar o ayudar a reducir los niveles de azúcar en la sangre. Al comer carbohidratos, es importante asegurarse de que contengan una carga glucémica baja. Una carga glucémica baja disminuye el efecto que los carbohidratos tienen sobre el azúcar en la sangre. Los carbohidratos con alto contenido de azúcar refinada y almidones generalmente tendrán una carga glucémica alta, y los granos enteros tienden a tener una carga glucémica más baja. Los ejemplos de alimentos con una carga glucémica baja incluyen manzanas crudas, peras crudas, lentejas, frijoles, pan de centeno y espagueti de trigo integral.