Todos se sienten cansados de vez en cuando, pero la fatiga es más que el cansancio cotidiano. Es un estado caracterizado por un profundo cansancio que interfiere con su capacidad para llevar a cabo las tareas de su vida diaria. La fatiga ocurre con una amplia variedad de enfermedades. La fatiga extrema y repentina sugiere una enfermedad aguda en lugar de crónica. Los signos y síntomas que lo acompañan ayudan a reducir la larga lista de posibles causas.
Infección viral o bacteriana
La fatiga severa ocurre con muchas infecciones virales y bacterianas. Los ejemplos de infecciones virales que con frecuencia causan este síntoma incluyen influenza, mononucleosis infecciosa (mono), enfermedad de Lyme, citomegalovirus (CMV) y hepatitis aguda A o B. La fiebre es común con todas estas enfermedades, pero otros signos y síntomas varían. Por ejemplo, un dolor de garganta intenso puede sugerir mono, mientras que la pérdida de apetito y las náuseas pueden indicar hepatitis viral aguda.
La fatiga repentina y debilitante también puede acompañar a infecciones bacterianas graves de los pulmones, los riñones, el corazón, los huesos o el torrente sanguíneo. Además de la fiebre, generalmente están presentes signos y síntomas específicos del sitio infectado.
Estrés psicosocial y trastornos de salud mental
El estrés psicosocial a menudo causa fatiga profunda, especialmente si es grave. La pérdida de un trabajo, dificultades financieras, separación o divorcio, una enfermedad grave en la familia o la muerte de un ser querido son algunos ejemplos de situaciones que pueden desencadenar estrés y fatiga graves. Los trastornos de salud mental, particularmente la depresión, también pueden provocar fatiga repentina e incapacitante. Un análisis agrupado de 26 estudios publicados en octubre de 2016 en BMC Family Practice encontró que casi el 19 por ciento de las personas que acudieron a su médico con cansancio como su síntoma principal fueron diagnosticadas con trastorno depresivo mayor. El primer episodio de depresión mayor ocurre con mayor frecuencia en la edad adulta temprana, pero puede ocurrir en adultos de mediana edad y adultos mayores.
Trastornos del corazón
Ciertos tipos de ritmos cardíacos anormales, o arritmias, pueden causar fatiga repentina y extrema. Este síntoma ocurre con frecuencia con arritmias que causan una frecuencia cardíaca lenta o bradicardia. El síndrome del seno enfermo y el bloqueo cardíaco son dos ejemplos. La fatiga también puede ocurrir con la fibrilación auricular, una arritmia común caracterizada por una actividad eléctrica rápida y desorganizada en las cámaras superiores del corazón.
La fatiga repentina también puede indicar un ataque cardíaco inminente, especialmente en mujeres. Los autores de un estudio publicado en noviembre de 2003 en Circulation informaron que entre 515 mujeres, 95 experimentaron nuevos síntomas en las semanas o meses antes de sufrir un ataque cardíaco. El síntoma más común fue la fatiga, que experimentó el 71 por ciento de los que informaron anunciar síntomas. La mayoría de las mujeres que experimentaron fatiga lo calificaron como severo.
Otras Consideraciones
Hay muchos otros posibles culpables, demasiado numerosos para enumerar en un breve artículo, que potencialmente pueden conducir a una fatiga repentina y extrema. Algunas de estas otras consideraciones incluyen:
- Efecto secundario de la medicación
- Diabetes no diagnosticada
- Lesión renal aguda
- Encefalomielitis mialgica precoz / sindrome de fatiga cronica
La fatiga ocurre con una miríada de otras afecciones médicas, aunque tiende a desarrollarse gradualmente o puede aumentar y disminuir. Algunos ejemplos de estas condiciones incluyen:
- Trastornos del sueño
- La anemia por deficiencia de hierro
- Enfermedad celíaca
- Enfermedad inflamatoria intestinal
- Falla renal cronica
- Insuficiencia cardíaca congestiva
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
- Hipotiroidismo
- Lupus eritematoso sistémico
- Arteritis de células gigantes
- Esclerosis múltiple
- Enfermedad de Parkinson
- Fibromialgia
- Cáncer de órganos sólidos
Advertencias y precauciones
Consulte a su proveedor de atención médica lo antes posible si experimenta fatiga extrema y repentina que dura más de unos pocos días. Si es temporada de gripe, asegúrese de informar a la oficina sobre los síntomas que está experimentando. Busque atención médica inmediata si su fatiga se acompaña de signos y síntomas de advertencia, que incluyen:
- Falta de aliento o dificultad para respirar
- Fiebre persistente de bajo grado o fiebre superior a 102 F
- Dolor o presión en el pecho
- Sudoración excesiva o piel fría y húmeda.
- Hinchazón repentina de sus pies, tobillos o manos.
- Confusión, agitación, somnolencia excesiva u otros cambios mentales.
- Mareos, aturdimiento o desmayo.
- Náuseas y vómitos severos
- Decoloración amarilla de la piel o del blanco de los ojos.
- Dolor óseo repentino severo o que empeora
- Pensamientos o sentimientos suicidas