Acerca de la disfunción eréctil
La disfunción eréctil es una condición en la cual un hombre no puede lograr una erección suficiente para tener relaciones sexuales. En algunos casos, el hombre puede lograr una erección pero no puede mantenerla el tiempo suficiente para completar el acto sexual. La mayoría de los hombres experimentan dificultades eréctiles en algún momento de sus vidas, pero esto es diferente de la disfunción eréctil. Según la Clínica Mayo, las personas con disfunción eréctil no lograrán una erección al menos el 25 por ciento del tiempo. La DE tiene varias causas y el consumo de alcohol puede ser una de ellas.
Alcohol: efectos en el cuerpo
El alcohol es un depresor del sistema nervioso y en realidad puede bloquear los impulsos nerviosos y los mensajes entre el cerebro y el cuerpo. Es por eso que las personas borrachas a menudo experimentan dificultad para hablar, arrebatos emocionales y dificultad para caminar. Pero incluso pequeñas cantidades de alcohol afectarán el sistema nervioso, causando reflejos más lentos y pensamientos confusos. De acuerdo con la Clínica Mayo, el consumo moderado, de una a dos bebidas al día, para hombres, de cualquier tipo de alcohol, en realidad puede mejorar la salud cardiovascular. El uso excesivo de alcohol y el abuso de alcohol pueden causar cicatrices en el hígado, presión arterial alta y un mayor riesgo de algunos tipos de cáncer.
Alcohol: efectos sobre el rendimiento sexual
Donde el alcohol puede tener éxito como afrodisíaco para lograr que las personas "estén de humor", puede fallar en la ejecución. Durante una erección, el pene se llena de sangre y luego los vasos se cierran, evitando el reflujo, de modo que el pene permanezca erecto. A corto plazo, el consumo excesivo de alcohol hace que los vasos sanguíneos del pene se expandan, lo que permite un mayor flujo de sangre, pero evita que esos vasos se cierren. Como resultado, el pene puede ponerse erecto pero no permanecer así, ya que no hay nada que evite el reflujo.
A largo plazo, el consumo excesivo de alcohol en realidad daña los vasos sanguíneos y contribuye a la hipertensión e incluso a la enfermedad cardíaca, ambos factores que contribuyen a la disfunción eréctil. En hombres sanos, el consumo moderado de alcohol no debe causar disfunción eréctil.
