Las futuras mamás que se enferman durante el embarazo a menudo se preocupan por los posibles efectos sobre el bebé nonato. La bronquitis aguda, o un resfriado de pecho, es una enfermedad muy común que a menudo se desarrolla después de un resfriado. La mayoría de las mujeres que desarrollan bronquitis durante el embarazo se recuperan en pocas semanas sin complicaciones. Sin embargo, si está embarazada y tiene bronquitis, es importante trabajar en estrecha colaboración con su proveedor de atención médica para garantizar un resultado saludable para usted y su bebé.
Síntomas típicos
Más del 90 por ciento de las personas con bronquitis tienen una infección viral de las vías respiratorias en los pulmones llamada bronquios. Los mismos virus que causan los resfriados de la cabeza suelen ser los culpables de la bronquitis aguda. Muchas personas desarrollan bronquitis después de un resfriado, ya que los virus se propagan desde la nariz y la garganta hasta las vías respiratorias superiores de los pulmones. El síntoma más destacado con bronquitis es una tos persistente y húmeda. Sin embargo, debido a los cambios en los sistemas respiratorio e inmune durante el embarazo, la bronquitis durante este tiempo puede causar síntomas más numerosos que los que ocurren típicamente en adultos que no están embarazadas. Además de la tos, los posibles síntomas incluyen: - dolor de garganta - fiebre baja - fatiga - respiración ruidosa - opresión en el pecho - dificultad para respirar leve - dolor de cabeza leve y dolores corporales
Curso habitual
La bronquitis viral es típicamente una enfermedad leve que desaparece gradualmente por sí sola en aproximadamente 2 a 3 semanas en adultos que no están embarazadas. Sin embargo, los cambios físicos e inmunológicos provocados en gran medida por los altos niveles hormonales pueden conducir a un curso más prolongado en mujeres embarazadas. Puede sentirse bajo el clima por un período más prolongado y su tos puede persistir unas semanas más de lo que suele ser el caso con la bronquitis.
Mientras esté mejorando gradualmente bajo la atención de un proveedor de atención médica, puede estar razonablemente seguro de que su recuperación está progresando. Como la mayoría de las bronquitis se debe a una infección viral, los antibióticos no son útiles, a menos que su médico diagnostique una infección bacteriana. La bronquitis durante el embarazo se trata sintomáticamente, lo que significa el uso de intervenciones destinadas a hacerla sentir más cómoda mientras su cuerpo sana. Hable con su proveedor de atención médica antes de tomar medicamentos, hierbas o suplementos de venta libre para asegurarse de que sean seguros para usted y su bebé.
Prevención
Como dice el viejo refrán, una onza de prevención vale una libra de cura. Si bien nada de lo que haga puede garantizarle que no tendrá bronquitis durante el embarazo, hay pasos que puede seguir para inclinar la balanza a su favor. Lo mejor que pueda, manténgase alejado de las personas que tienen un resfriado o tos. Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón puede reducir el riesgo de resfriarse la cabeza o el pecho. Si no puede lavarse las manos, puede usar un desinfectante para manos a base de alcohol para reducir la cantidad de gérmenes en sus manos. También es muy importante recibir su vacuna anual contra la gripe. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan una vacuna anual contra la gripe para todas las mujeres embarazadas y observa que la vacuna es segura para las mujeres embarazadas y sus bebés.
Advertencias y precauciones
La mayoría de las mujeres que desarrollan bronquitis durante el embarazo se recuperan sin complicaciones en la madre o el bebé. Sin embargo, las mujeres embarazadas con bronquitis tienen un mayor riesgo de desarrollar bronquitis grave o neumonía, en comparación con otros adultos. Aunque estas complicaciones no son comunes, es importante que un profesional médico lo controle cuidadosamente si tiene bronquitis.
Comuníquese con su proveedor de atención médica de inmediato si desarrolla tos durante el embarazo para determinar los próximos pasos. Busque atención médica inmediata si tiene fiebre superior a 100.5 F, experimenta dolor en el pecho o tiene dificultad para recuperar el aliento. Comuníquese con su médico de inmediato o vaya al hospital más cercano si experimenta dolores que podrían indicar un parto prematuro, ya que las infecciones respiratorias graves aumentan el riesgo de parto prematuro y parto.
Revisado y revisado por: Tina M. St. John, MD