La terapia hormonal bioidéntica ofrece un enfoque diferente para los pacientes que buscan tratamientos naturales. Estas drogas, similares a las sustancias naturales del cuerpo, pueden desempeñar un papel positivo en la salud humana. La progesterona bioidéntica, por ejemplo, ayuda a las mujeres mayores a controlar los síntomas de la menopausia. Sin embargo, mantener un equilibrio natural entre todas las hormonas sigue siendo esencial, y el exceso de progesterona puede causar reacciones negativas. Si bien la progesterona bioidéntica se puede obtener sin receta médica, los pacientes deben consultar primero con un médico antes de comenzar el tratamiento.
Enfermedad progresiva
La progesterona bioidéntica es, en general, efectiva y segura. Sin embargo, puede empeorar los síntomas en algunos casos. Un informe de L. Hefler y colaboradores publicado en la edición de abril de 2010 de Anticancer Research analizó los efectos de la progesterona micronizada, una forma bioidéntica de progesterona. Las mujeres generalmente toman esta forma de terapia hormonal como un supositorio vaginal. Investigaciones anteriores sugirieron que puede ser útil en el tratamiento de enfermedades uterinas como la displasia cervical, un crecimiento anormal en el cuello uterino. Hefler et al., Sin embargo, encontraron que el tratamiento bioidéntico no logró frenar la enfermedad y aumentó la tasa de intervención quirúrgica. Los autores alentaron a las mujeres con displasia cervical a buscar otras opciones de tratamiento.
Defecto de nacimiento
La progesterona juega un papel importante durante el embarazo. Las mujeres con baja progesterona a menudo reciben progesterona micronizada para garantizar un parto y un parto seguros. Sin embargo, dicho uso puede causar un defecto de nacimiento. Una revisión de SL Carmichael y sus colaboradores en la edición de mayo de 2007 de Epidemiología pediátrica y perinatal indicó que aumentar la progesterona durante el embarazo aumenta el riesgo de hipospadias. Los descendientes masculinos con hipospadias tienen dificultad para orinar debido a una colocación inusual de su abertura uretral. El riesgo aumentado siguió siendo pequeño, y otros estudios no pudieron replicar este hallazgo. Sin embargo, las mujeres deben considerar este riesgo cuando usan progesterona durante el embarazo.
Incidencia de cáncer
Las mujeres posmenopáusicas a menudo usan la terapia de reemplazo hormonal para combatir las reducciones relacionadas con la edad en el estrógeno y la progesterona. Tal uso sigue siendo controvertido debido a los posibles efectos secundarios asociados con el reemplazo. Un estudio realizado por A. Fournier y sus colaboradores, ofrecido en la edición del 10 de abril de 2005 del International Journal of Cancer, evaluó el riesgo de desarrollar cáncer después del consumo de hormonas en mujeres posmenopáusicas. Elevar los niveles de progesterona natural con drogas bioidénticas o sintéticas aumentó el riesgo de contraer cáncer de mama en relación con los sujetos de control. El uso de progesterona bioidéntica confirió menos riesgo, pero el riesgo de usar bioidénticos siguió siendo significativo.
Densidad mamaria
Se sabe que la ingesta de esteroides sexuales afecta el seno femenino. Los síntomas comunes incluyen aumentos en la ternura y la densidad. Estos cambios, aunque no son necesariamente cancerosos, pueden desencadenar mamografías positivas. Un experimento de GA Greendale y sus colegas descritos en la edición del 1 de enero de 2003 del Journal of the National Cancer Institute mostró que los altos niveles de estrógeno y progesterona aumentaron la densidad mamográfica, mientras que los altos niveles de estrógeno solo no. Por lo tanto, las mujeres deben sopesar cuidadosamente los beneficios y riesgos de la ingesta de progesterona.