Ser optimista frente a las luchas de la vida puede parecer imposible, pero la investigación sugiere que no solo es posible, sino que también puede tener un efecto positivo en su salud mental y física. Un estudio realizado en 2007 por investigadores de la Universidad de Nueva York encontró que los optimistas son más felices, más creativos, más rápidos para resolver problemas y tienen un mayor estado de alerta mental en comparación con los pesimistas. Los optimistas también tienen menos cortisol (la hormona del estrés) y más serotonina (el neurotransmisor que aumenta el estado de ánimo) que fluye a través de sus sistemas.
Pero si ser optimista es algo con lo que luchas, ciertamente no estás solo. Todos nos encontramos siendo negativos más de lo que quisiéramos, especialmente frente a dificultades como problemas de salud o la pérdida de un trabajo. Y aunque parezca que algunas personas nacen optimistas, tenemos buenas noticias: puede entrenar su cerebro para ser más optimista.
Al igual que con cualquier otro hábito, tu cerebro aprende a través de la repetición. Cuando practicas frecuentemente el pensamiento positivo, tu cerebro estará preparado para continuar el hábito, gracias a la formación de vías neuronales. Aquí hay ocho maneras en que puede comenzar a entrenar su cerebro para ser más optimista, ¡ahora mismo!
1. Estar presente todos los días
Estar presente es más que un simple acto físico. También se relaciona con su capacidad de estar presente mental y emocionalmente. La psicóloga, autora y sobreviviente de cáncer de seno Paulette Sherman, Psy.D., dice que para estar presente, debe distinguir si sus pensamientos están en el pasado, presente o futuro y traerlos de vuelta al momento.
"La mayoría de los pensamientos negativos son sobre el pasado y el futuro, que no se pueden abordar", dice ella. "El punto de poder es el presente, así que trata de abordar lo que está frente a ti de la manera más adaptativa y constructiva".
2. Participe en un cuidado personal silencioso
Parte de estar presente implica practicar un cuidado personal silencioso todos los días. Para hacer esto, el Dr. Sherman recomienda encontrar formas de relajar el sistema nervioso autónomo, que regula las funciones que realiza sin pensar conscientemente, como respirar o regular la frecuencia cardíaca y la presión arterial. "Esto promueve el bienestar, el centro y la paz", dice ella. Algunos métodos incluyen practicar yoga, meditar, respirar profundamente o tomar un baño.
3. Acceso a la fortaleza espiritual
LA Barlow, Psy.D., psicóloga del Centro Médico de Detroit, dice que encontrar formas de conectarse o reconectarse con su yo espiritual puede ayudar a entrenar su cerebro para ser más optimista. Y el Dr. Sherman está de acuerdo: "Acceder al poder divino más grande que usted lo ayuda a conectarse con la fe, la esperanza y el amor incondicional".
Si eso te parece demasiado "woo-woo", intenta concentrarte en algo más grande que tú en lugar de cualquier dios, religión o ideología espiritual en particular. "Ore a lo que sea que le hable, escuche la orientación y reemplace la preocupación con mensajes más altos de amor", dice el Dr. Sherman. Se trata más de salir de tu propia cabeza y preocupaciones que de seguir una religión específica.
4. Da gracias
¡La gratitud es buena para ti! Cuando das gracias, estos pensamientos ayudan a mejorar la función inmune, reducir el riesgo de depresión y ansiedad y mejorar la motivación y la felicidad en general.
Comienza escribiendo al menos tres cosas por las que estés agradecido cada día. Incluso ante las circunstancias más difíciles de la vida, siempre es posible reconocer las pequeñas cosas buenas que te rodean, si haces un punto para hacerlo.
¿Y quien sabe? Esta práctica podría convertirse en un hábito formal de reconocer cosas por las que estás agradecido y escribir sobre ellas en un cuaderno que llevas contigo. Cuanto más te centres en la gratitud, más optimista será tu cerebro.
5. Pagar adelante
Los actos de bondad aumentan la producción del neurotransmisor para sentirse bien dopamina. Incluso algo tan simple como darle una sonrisa o un cumplido a alguien puede hacer que ambos se sientan más felices. Desafíate a hacer al menos una cosa amable por alguien más cada día, como enviar un correo electrónico de agradecimiento, comprar una taza de café de un extraño o donar a una causa que sea importante para ti. Obtendrá más beneficios que solo un buen karma.
¡Qué asco! Tu amígdala te lo agradecerá. Crédito: Getty Images / Richard Drury6. Ríete a carcajadas
La risa es realmente una medicina fantástica. Las risas del vientre inducen la producción de serotonina, calmando la amígdala, que es el centro de estrés del cerebro. Pon una de tus comedias favoritas o incluso prueba el yoga de la risa. ¡Sí, has leído bien! Algunos estudios de yoga ahora ofrecen tus asanas con un lado de risitas.
Y si está luchando por encontrar una razón para reírse a carcajadas, tal vez sea hora de pedir ayuda a otros (¡y algunas risas!). El Dr. Barlow dice que tener una red positiva de amigos, familiares, compañeros de trabajo o incluso un grupo de apoyo formal realmente puede ayudarlo a mejorar su estado de ánimo durante los momentos difíciles.
7. Desafíe los pensamientos negativos
Cuando te encuentras abrumado por pensamientos aterradores sobre el futuro, el Dr. Sherman dice que es una buena práctica desafiarlos. Entonces, por ejemplo, puede pensar: "Tengo cáncer, así que estoy condenado". El Dr. Sherman dice que puede desafiar esto diciendo: "Muchas personas con cáncer viven vidas largas y maravillosas". Solo un ligero cambio en las palabras puede cambiar cómo te sientes y la perspectiva que tienes sobre una situación.
8. Encuentra tiempo para ponerte sudoroso
El ejercicio eleva las endorfinas, la serotonina y otras sustancias químicas cerebrales placenteras, lo que promueve una sensación de bienestar. También descarga emociones negativas y reduce los niveles de cortisol. El Dr. Sherman recomienda encontrar una forma de ejercicio que le guste hacer. Cuando participa en una forma de actividad física que le brinda alegría, su pensamiento se despeja y es probable que se sienta más positivo después, dice ella.
Si es difícil encontrar tiempo para ir al gimnasio, hay muchos videos de ejercicios que puede seguir en línea. Incluso hay rutinas que puede hacer mientras está de pie junto a su escritorio. El objetivo principal es sudar y hacerlo regularmente.
¿Y si no te sientes constantemente tan brillante y alegre como Pollyanna? ¡Está bien! Todos tienen altibajos, y es perfectamente normal no sentirse feliz todo el tiempo. De hecho, ese no es el objetivo; El objetivo es no sentirse abrumado por la negatividad y seguir haciendo cosas que sean saludables para usted, ¡mental y físicamente!