Aunque la fatiga y el aumento de peso se pueden atribuir a una serie de afecciones de salud, así como a factores de estilo de vida, también podría significar que tiene una deficiencia de vitamina D. Este nutriente, que su cuerpo obtiene principalmente de la luz solar, es importante para la salud muscular y nerviosa, así como para combatir enfermedades y dolencias. Quizás lo más importante, la vitamina D es necesaria para ayudar al cuerpo a absorber el calcio para tener huesos fuertes.
Ingesta de vitamina D
Según la Oficina de Suplementos Dietéticos, los adultos necesitan un promedio de 600 UI, o 15 microgramos, de vitamina D por día. Este nutriente no está ampliamente disponible en los alimentos, pero muchos productos lácteos, jugos de naranja y cereales están fortificados con vitamina D. Algunos alimentos proporcionan pequeñas cantidades, como hígado de res, yema de huevo, queso y champiñones. El pescado graso, como el atún, contiene 0, 5 microgramos de vitamina D por onza.
El cuerpo produce la mayor parte de su vitamina D necesaria por exposición directa al sol. De hecho, un estudio publicado en 2017 por BioMed Central Public Health descubrió que las personas que trabajan el turno de noche o las largas horas en el interior, como los trabajadores de la salud, tienen un mayor riesgo de deficiencia de vitamina D.
Baja vitamina D y aumento de peso
La investigación muestra que hay una alta tasa de deficiencia de vitamina D entre las personas con sobrepeso u obesidad; sin embargo, no hay pruebas de que uno cause directamente al otro. Según una revisión de investigación publicada en 2015 por Obesity Review, la obesidad está asociada con la deficiencia de vitamina D en todos los grupos de edad en todo el mundo.
El mismo estudio informa que la deficiencia de vitamina D aumenta el riesgo de enfermedades crónicas, incluido el exceso de peso, afecciones cardiovasculares, cáncer, diabetes y presión arterial alta. Sin embargo, esto no tiene en cuenta los factores de estilo de vida, como la dieta, el ejercicio u otras afecciones médicas, que también podrían conducir al aumento de peso.
Vitamina D y Fatiga
La fatiga es un efecto secundario común de una serie de afecciones médicas, que pueden dificultar la determinación de la causa subyacente. Sin embargo, la fatiga se ha asociado con la deficiencia de vitamina D.
Un estudio publicado en 2016 por Medicine evaluó el efecto de una dosis única de 100, 000 UI de vitamina D en la fatiga autoinformada entre individuos sanos con deficiencia de vitamina D. La mitad de los participantes recibieron vitamina D, mientras que la otra mitad tomó píldoras hechas de alcohol de azúcar para reducir el posible efecto placebo. El estudio mostró una mejora significativa en la fatiga entre los participantes que recibieron las cápsulas de vitamina D.
Suplementos y toxicidad
La deficiencia de vitamina D generalmente se trata con suplementos, pero debe consultar a su médico para determinar la dosis adecuada antes de tomar suplementos de vitamina D. Los niveles de vitaminas se controlan con un simple análisis de sangre. Demasiada vitamina D puede ser tóxica y causar náuseas, estreñimiento, confusión, debilidad, pérdida de peso, daño renal y ritmos cardíacos anormales.
Además, los medicamentos pueden interferir con la absorción de vitamina D. Por ejemplo, los medicamentos que reducen el colesterol y promueven la pérdida de peso pueden disminuir la cantidad de vitamina D que absorbe el cuerpo. Los medicamentos esteroides afectan la forma en que el cuerpo procesa este nutriente, lo que a su vez reduce la absorción de calcio y puede causar la pérdida ósea.