Una hernia umbilical es causada por un exceso de presión en el abdomen, específicamente cerca de su ombligo. El exceso de presión hace que tus intestinos se abulten a través de una pared abdominal debilitada, causando hinchazón y dolor. Puede usar el ejercicio para tratar las hernias umbilicales, aunque algunos casos pueden requerir cirugía. Consulte a su médico para su mejor opción.
¿Qué es?
Una hernia umbilical afecta más comúnmente a los niños, pero en algunos casos, los adultos pueden desarrollar esta afección. Cuando un feto está en el útero, el cordón umbilical pasa a través de los músculos abdominales. Después del nacimiento, se corta el cordón y esta abertura en los músculos de la pared abdominal debe cerrarse.
En algunos casos, es posible que no se cure por completo, lo que aumenta el riesgo de hernia umbilical. Los factores de riesgo adicionales para la hernia umbilical en adultos incluyen obesidad, antecedentes de cirugía abdominal, exceso de líquido abdominal o diálisis renal a largo plazo, según Mayo Clinic. Los embarazos múltiples también pueden dejarla con una hernia umbilical posparto.
Propina
Se paciente. Las hernias son el resultado de músculos abdominales debilitados, y debe darles tiempo para que se fortalezcan y, por lo tanto, reduzcan la hernia.
Ejercicios para la hernia umbilical
Los ejercicios son una parte importante del tratamiento de la hernia umbilical sin cirugía. La postura del bote de yoga fortalece los músculos abdominales débiles que rodean una hernia.
CÓMO HACERLO: siéntate en el piso con las piernas estiradas frente a ti. Coloque las manos debajo de los muslos y levante suavemente las piernas hacia el pecho, manteniéndolas rectas. Mantenga durante 10 segundos y suelte, volviendo a la posición inicial. Esto se conoce como la pose del barco en el yoga y trabaja los músculos abdominales centrales. Realice diariamente de cinco a 10 repeticiones.
Ciclo tus piernas
Andar en bicicleta en el aire fortalece los músculos abdominales inferiores.
CÓMO HACERLO: Acuéstese en una tabla inclinada. Las tablas inclinadas elevan los pies más alto que la cabeza, eliminando el exceso de presión mientras haces ejercicio. En su tabla inclinada, puede hacer ejercicios con las piernas en bicicleta levantando las piernas hacia el pecho. Pedalea las piernas mientras sostienes los costados para estabilizarte. Haga estos ejercicios al menos tres veces por semana durante 10 a 15 minutos.
Estirar su medio
La movilidad y flexibilidad del músculo abdominal ayudan a reducir el riesgo de hernia.
CÓMO HACERLO: Acuéstese boca arriba en el piso con las piernas dobladas en un ángulo de 90 grados. Gire las piernas dobladas hacia la derecha hasta que toquen el piso, manteniendo la espalda firmemente en el suelo. Mantenga durante cinco a 10 segundos y vuelva a la posición inicial. Repita en el lado izquierdo. Realice este estiramiento diariamente. Esto estira los músculos abdominales, haciéndolos más flexibles y menos propensos a debilitarse con la presión.
Corrija su respiración
Ejercite la respiración correcta cuando realice cualquier entrenamiento. Respira desde tu abdomen en lugar de tu pecho. Esto levanta el diafragma y libera el exceso de presión abdominal.
CÓMO HACERLO: Acuéstese boca arriba en el piso. Coloque una mano sobre su pecho y la otra sobre su vientre. Respira por la nariz y llena tu abdomen con aire. Su mano inferior debe elevarse a medida que respira, en lugar de la mano que descansa sobre su pecho.
Advertencia
El ejercicio no siempre repara una hernia. En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para empujar la hernia nuevamente a través de la pared abdominal. Siempre consulte a su médico con respecto a su hernia antes de comenzar cualquier programa de ejercicios para reducirla.