La tripsina y la quimotripsina son dos enzimas digestivas diferentes pero relacionadas, producidas y liberadas por el páncreas. Ambas enzimas funcionan dentro del intestino para ayudar a descomponer las moléculas de proteínas grandes que ingerimos en los alimentos que comemos. Sin esta digestión asistida por enzimas, no podría obtener los aminoácidos esenciales necesarios para la construcción y reparación de tejidos. Debido a que estas dos enzimas descomponen las proteínas, se clasifican como proteasas.
Enzimas en el proceso digestivo
La absorción de nutrientes de los alimentos que comemos requiere que las moléculas grandes se descompongan en unidades mucho más pequeñas capaces de ser absorbidas a través de la pared del intestino. Un paso en esta vía digestiva es la escisión de moléculas grandes por enzimas. Las enzimas son moléculas químicas especiales que ayudan a acelerar o catalizar reacciones químicas que, en el proceso digestivo, sirven para descomponer moléculas grandes. La tripsina y la quimotripsina son dos de estas enzimas.
Tripsina
La tripsina ayuda a descomponer las moléculas de proteínas grandes al cortar las cadenas de proteínas en sitios específicos. La molécula de proteína grande es en realidad una cadena de unidades más pequeñas llamadas aminoácidos que están unidas, de extremo a extremo, en cadenas de cientos. Hay 20 aminoácidos diferentes a partir de los cuales se hacen estas cadenas de proteínas. El sitio específico a lo largo de la cadena de proteínas donde está activa la tripsina son aquellos con los aminoácidos lisina y arginina, dos de los aminoácidos más pequeños.
Quimotripsina
La enzima quimotripsina también corta la cadena proteica más grande, pero en diferentes sitios desde donde corta la tripsina. La quimotripsina hace su corte en las posiciones a lo largo de la cadena de proteínas que contienen aminoácidos muy grandes como la fenilalanina, la tirosina y el triptófano. De lo contrario, es muy similar a la tripsina.
La tripsina y la quimotripsina en la enfermedad
La tripsina y la quimotripsina se excretan en las heces y la cantidad excretada se usa para diagnosticar ciertas enfermedades. Las bajas cantidades de tripsina y quimotripsina en las heces son a menudo uno de los primeros indicadores de fibrosis quística. En adultos, los niveles bajos de estas enzimas proporcionan evidencia de enfermedad pancreática como una pancreatitis.
Uso médico de tripsina y quimotripsina
En algunos individuos, la producción de estas enzimas digestivas es deficiente, lo que resulta en la incapacidad de digerir completamente los alimentos. Esto puede provocar dolor abdominal, indigestión, gases y desnutrición. Esta condición es tratable con suplementos de tripsina y quimotripsina.