Los carbohidratos, los lípidos y las proteínas constituyen los tres macronutrientes. Sus requerimientos dietéticos son altos en relación con los micronutrientes, también conocidos como vitaminas y minerales. Todos los macronutrientes son compuestos orgánicos compuestos de carbono, hidrógeno, oxígeno y, a veces, otros elementos. Como fuentes potenciales de calorías, se pueden oxidar para producir ATP, la moneda energética del cuerpo. Sin embargo, la mayoría de los macronutrientes difieren con respecto a las funciones y propiedades individuales. Por ejemplo, las proteínas y los carbohidratos son solubles en agua, pero la mayoría de los lípidos no lo son, por lo que los lípidos requieren un trabajo adicional para que el cuerpo los procese.
Carbohidratos para Energía
Los azúcares y los almidones son los principales carbohidratos digeribles, y proporcionan glucosa para la producción de energía. El cuerpo almacena glucosa extra como glucógeno, y la ingesta excesiva se convierte en grasa corporal. La glucosa, el único macronutriente que puede proporcionar energía sin oxígeno, puede alimentar intensas y breves explosiones de actividad. La glucosa también es necesaria para la función cerebral. El cuerpo convertirá la proteína en glucosa cuando la glucosa se agote. La fibra es otro tipo de carbohidrato que no es digerible y apoya principalmente el funcionamiento del sistema digestivo.
Papel de los lípidos
Los dos lípidos dietéticos principales son las grasas / aceites y el colesterol. La mayoría de las células usan una mezcla de combustible de grasa y glucosa cuando hay oxígeno disponible. Sin una glucosa adecuada, la grasa se metaboliza de forma incompleta y forma moléculas llamadas cetonas, que se excretan principalmente. Ciertas grasas conocidas como omega-3 y omega-6 se utilizan para sintetizar productos químicos reguladores similares a las hormonas. Se necesita una cierta cantidad de grasa corporal para las reservas de energía y la protección de los órganos internos. El colesterol no aporta calorías, pero es un componente básico de productos químicos muy importantes como la vitamina D. Los lípidos también son el componente principal de las membranas celulares.
Proteínas para músculos y huesos
La proteína está compuesta de unidades moleculares llamadas aminoácidos. Es el único macronutriente que contiene nitrógeno. Su función principal es construir y mantener estructuras corporales, como músculos, huesos y órganos internos, y sintetizar moléculas importantes como anticuerpos, enzimas, neurotransmisores y diversas proteínas de la sangre. La proteína se puede usar para obtener energía, pero esa no es la preferencia del cuerpo. Además, el cuerpo puede convertir proteínas en glucosa, pero ni los carbohidratos ni los lípidos pueden convertirse en proteínas. Los aminoácidos no se almacenan, por lo que se requiere una ingesta diaria. Sin embargo, la ingesta excesiva se puede almacenar como grasa.
Trabajando en equipo
Una dieta equilibrada les permitirá realizar sus funciones especializadas y variadas en el cuerpo. Crédito: monkeybusinessimages / iStock / Getty ImagesA pesar de que todos los macronutrientes pueden suministrar energía, una dieta equilibrada que proporcione los tres les permitirá realizar sus funciones especializadas y variadas en el cuerpo. Y los alimentos que proporcionan macronutrientes también son fuentes de micronutrientes importantes. El estándar dietético llamado Rangos de distribución de macronutrientes aceptables emitido por el Instituto de Medicina recomienda que del 45 al 65 por ciento de la ingesta total de calorías provenga de carbohidratos, del 20 al 35 por ciento de grasas y del 10 al 35 por ciento de proteínas. Aunque flexibles, los rangos ayudan a garantizar una ingesta diaria adecuada de cada macronutriente.