La alfalfa (Medicago sativa) es una hierba cultivada principalmente como forraje para vacas y otros animales, pero también tiene usos tradicionales como medicamento. A diferencia de muchas otras hierbas, toda la planta se usa como medicina, pero el té generalmente solo se hace con semillas u hojas secas. Los usos del té de alfalfa para tratar enfermedades y beneficiar la salud permanecen principalmente en el ámbito de la medicina popular, pero las hojas de alfalfa contienen muchos componentes beneficiosos que pueden ayudar a curar y promover la salud. El té de alfalfa se considera relativamente seguro, pero consulte a su médico antes de tomarlo si está tomando medicamentos, está embarazada o padece una enfermedad crónica.
Usos Tradicionales
El té de alfalfa tiene una larga historia como ayuda para la salud, aunque su uso medicinal es limitado en comparación con muchas otras hierbas. La medicina tradicional china, por ejemplo, utiliza el té para estimular el apetito y aliviar las úlceras, así como para tratar otros trastornos digestivos y problemas renales. La medicina tradicional en la India, conocida como Ayurveda, utiliza té de hojas de alfalfa para aliviar la retención de agua y tratar la artritis y las úlceras. Los estadounidenses coloniales usaron la planta para ayudar a combatir el escorbuto y como tratamiento para los trastornos menstruales, la artritis y los problemas urinarios.
Investigación moderna
Los estudios sobre el té de alfalfa han mostrado resultados mixtos. Por ejemplo, según MedlinePlus, no hay pruebas suficientes de que la alfalfa sea un tratamiento viable para sus usos tradicionales, así como un tratamiento para problemas de próstata, asma y diabetes. Estudios más pequeños han indicado que las semillas de alfalfa pueden reducir la cantidad de colesterol en el cuerpo para las personas con colesterol alto, pero se requiere más investigación. Sin embargo, un estudio publicado en 2012 por el Instituto de Ciencia de Suelos y Cultivo de Plantas en Polonia sugirió que la investigación preclínica indica que el extracto de hoja de alfalfa enriquecido con vitamina C apoya al cuerpo humano en la lucha contra la desnutrición, las enfermedades isquémicas y diversos trastornos del tracto digestivo. además de apoyar y mejorar la inmunidad. Las enfermedades isquémicas restringen el suministro de sangre a diferentes órganos.
Preparación del té
El té de las hojas de alfalfa se prepara remojando 1 cucharadita de hojas de alfalfa en 2 tazas de agua hirviendo durante aproximadamente 10 minutos, según los autores de "The Dictionary of Wholesome Foods". El té es suave, por lo que agregar saborizante puede mejorar el sabor. Pero agregar otra hierba, como la menta, puede alterar las propiedades medicinales. Para hacer té con las semillas, coloque 1 cucharadita de semillas sin germinar en 2 tazas de agua hirviendo y deje reposar durante varios minutos.
Preocupaciones de seguridad
El té de afalfa hecho de hojas es probablemente seguro, pero el té hecho de las semillas puede causar daño si se toma durante un período prolongado. Consulte a su médico antes de tomar té de alfalfa si tiene una enfermedad autoinmune, está embarazada o en periodo de lactancia, se ha sometido a un trasplante de riñón, tiene una afección sensible a las hormonas o tiene diabetes. No tome té de alfalfa si está tomando anticoagulantes, como productos que contienen warfarina. Hable con su médico acerca de tomar té de alfalfa si está tomando otros medicamentos o suplementos.