Aunque se utiliza más comúnmente como especia, la cúrcuma se ha utilizado como hierba medicinal en Asia durante miles de años para tratar una amplia gama de enfermedades, desde infecciones oculares hasta lepra. La cúrcuma ahora se está probando para posibles beneficios en el manejo de diversas afecciones, como cáncer, enfermedades cardíacas y dolor lumbar. Actualmente, no hay suficiente información de estudios científicos para respaldar su uso para cualquier condición. Consulte con su médico antes de usar la cúrcuma con fines medicinales.
Tratamiento
La parte baja de la espalda soporta la mayor parte del peso del cuerpo y, por lo tanto, es vulnerable al dolor resultante de una lesión u otras causas. Los síntomas incluyen dolor en la parte baja de la espalda que puede ser un dolor constante o un dolor agudo que empeora cuando te mueves. A veces, su dolor lumbar se resolverá por sí solo, aunque comúnmente se repite y puede volverse crónico. Hay varias opciones de tratamiento disponibles, que incluyen quiropráctica, acupuntura, ejercicio y suplementos como la cúrcuma.
Eficacia
La cúrcuma tiene posibles efectos antiinflamatorios, que pueden ser beneficiosos para usted si tiene dolor de espalda baja. Los efectos antiinflamatorios de la curcumina, un ingrediente activo en la cúrcuma, se han demostrado en estudios de laboratorio con animales, según la Fundación Médica Palo Alto. Los ensayos preliminares en humanos también han demostrado que la curcumina puede disminuir la inflamación, como en las personas con osteoartritis.
Dosificación
Los estudios de investigación para el dolor lumbar han utilizado extractos estandarizados de cúrcuma que contienen 400 a 600 mg de curcumina por tableta o cápsula, tomados tres veces al día, según la Fundación Médica Palo Alto. La tintura de cúrcuma se ha usado típicamente en dosis de 0.5 a 1.5 ml, tomadas tres veces al día. Otras dosis diarias sugeridas de cúrcuma incluyen 1.5 a 3 g de la raíz cortada, 1 a 3 g de raíz de polvo seco y 30 a 90 gotas de extracto fluido.
Consideraciones
La cúrcuma es segura cuando se usa en cantidades de alimentos y posiblemente segura cuando se toma en dosis medicinales. Sin embargo, ocasionalmente puede experimentar algunos efectos secundarios de la cúrcuma, como náuseas o diarrea, así como reacciones alérgicas. Debe evitar la cúrcuma si tiene trastornos de la vesícula biliar, como cálculos biliares, o dentro de las dos semanas de la cirugía planificada. Tampoco debe tomar la cúrcuma si está embarazada o en periodo de lactancia.