En general, es más fácil perder peso cuando tienes 30 años que cuando tienes 60, pero una ligera desaceleración de tu metabolismo y cambios en tu estilo de vida pueden hacer que sea más difícil de lo que era en tu adolescencia y veinte años. Después de los 30, debe ser muy deliberado para realizar los cambios en su estilo de vida que son necesarios para la pérdida de peso a largo plazo.
Tasa metabólica basal
Una mujer de 30 años que pesa 150 libras. quema aproximadamente 47 calorías menos cada día que una mujer de 20 años que pesa la misma cantidad, según el sitio web de la Calculadora de IMC. Si no ha ajustado sus hábitos alimenticios en consecuencia, esto puede conducir a un aumento de peso de 5 libras. cada año.
Encuentre la tasa metabólica basal, o BMR, para su peso y edad exacta para determinar cuántas calorías necesita cada día para mantener su peso. Luego reste calorías de su dieta para perder peso. Tendrá que crear un déficit de 500 calorías cada día para perder 1 libra por semana. También tenga en cuenta las calorías quemadas durante el ejercicio, ya que el BMR le proporciona la cantidad de calorías que necesitaría si estuviera en reposo todo el día.
Ejercicio y gestión del tiempo
Lo más probable es que tengas muchas más responsabilidades en los treinta años que en los veinte. Es posible que su carrera se haya vuelto más exigente o que tenga hijos y otras responsabilidades nuevas. Esto puede dificultar encontrar tiempo para hacer ejercicio. Para perder peso, trate el ejercicio de la misma manera que cualquier otra actividad que necesite para mantener su salud. Del mismo modo que programa chequeos con el médico y el dentista, debe programar un tiempo para hacer ejercicio. Haga ejercicio de 60 a 90 minutos cinco días a la semana para ayudarlo a perder peso.
Dieta
Si sus responsabilidades incluyen cocinar para otras personas, esto puede dificultar la pérdida de peso. Por ejemplo, un esposo puede no estar listo para abordar un plan de alimentación saludable. Cocine una comida que incluya muchas verduras e incluya una porción de proteína magra solo para usted. Evite los entrantes más engordantes que come el resto de la familia, al tiempo que los lleva a una dieta más saludable al incluir más verduras. Compre muchos refrigerios saludables solo para usted; el yogurt descremado, las tazas de frutas y las porciones individuales de almendras que eliminan el apetito pueden ayudarlo a mantenerse en el camino, independientemente de las demandas de su tiempo.
Apoyo
Un programa de pérdida de peso puede ser abrumador cuando tienes treinta años, ya que el ejercicio y la dieta no son tan fáciles como solían ser. Busque apoyo para mantenerse motivado. No solo puede obtener apoyo moral, sino también aprender estrategias de comportamiento para lidiar con el hambre y la alimentación emocional. Algunos grupos también ayudan a los miembros a aprender cómo cocinar comidas saludables y elegir alimentos. Muchos hospitales locales y centros comunitarios tienen grupos de apoyo para bajar de peso.