El refrigerio es parte de una dieta saludable, que proporciona energía entre comidas y para hacer ejercicio, y ayuda a frenar el hambre y evita comer en exceso a la hora de comer. Sin embargo, comer muchos refrigerios azucarados puede hacer que superes tus objetivos diarios de ingesta de calorías y tengas el efecto contrario: aumento de peso. Además, ciertas personas, como las que tratan el crecimiento excesivo de levadura en el cuerpo, querrán evitar el azúcar y la levadura tanto como sea posible. No elimine ningún grupo de alimentos de su dieta antes de hablar con su médico.
Diciendo no al azúcar
No es fácil encontrar una merienda sin azúcar en estos días; los pasillos de los supermercados están llenos de bocadillos empacados cargados con el material. Incluso los artículos que no crees que contienen azúcar, como el pan, pueden contener pequeñas cantidades. Pero un refrigerio azucarado no es lo que necesita para sentirse saciado y poder durante su día. El azúcar se absorbe en el torrente sanguíneo rápidamente, causando un fuerte aumento en el azúcar en la sangre y luego una fuerte disminución. Esto puede conducir a marcadas fluctuaciones en su nivel de energía y mal humor. Si tiene un problema de sobrecrecimiento de levadura, el azúcar en su dieta alimenta a la levadura y empeora las cosas.
Evitar la levadura
Un ingrediente esencial en productos horneados, la levadura es común en los bocadillos. Lo encontrará en panes, cereales, alimentos fermentados, frutas demasiado maduras, yogurt, quesos y condimentos añejos, incluidos aderezos para ensaladas a base de vinagre y mayonesa. Dependiendo de su condición, es posible que deba evitar toda levadura, en caso de intolerancia, o puede que tenga que limitar su consumo de levadura. En cualquier caso, optar por alimentos frescos y enteros en lugar de alimentos procesados puede ayudarlo a limitar significativamente la cantidad de levadura en su dieta.
Hacer elecciones saludables
Prepare sus refrigerios, y su dieta en general, alrededor de verduras frescas, carnes magras, huevos, pescado, nueces y semillas. Las frutas y la leche son fuentes naturales de azúcar y pueden ser adiciones saludables a los bocadillos en la mayoría de los casos; Sin embargo, es mejor comerlos con moderación. Prepare un hummus con garbanzos, jugo de limón, ajo y tahini y úselo como salsa para tiras de pimiento rojo y palitos de zanahoria. Cubra las galletas integrales con rodajas de pepino, o ahueque la mitad de un pimiento y llénelo con ensalada de atún hecha con aceite de oliva, sal y pimienta. Para algo dulce, tome un puñado de bayas frescas, que son más bajas en azúcar que la mayoría de las otras frutas, y un puñado de almendras o semillas de girasol.
Conseguir un diagnóstico
Aunque puede pensar que eliminar toda la levadura y el azúcar de su dieta es la respuesta a sus problemas, es posible que todavía no tenga una idea completa a menos que haya recibido un diagnóstico de su médico. Una dieta saludable es una parte importante del tratamiento de las afecciones, desde la candidiasis (infecciones fúngicas) hasta la obesidad, pero ciertas dietas diseñadas para tratar estas afecciones pueden hacer que elimine o restrinja severamente los grupos de alimentos importantes, lo que puede conducir a una nutrición deficiente.