A pesar del hecho de que la vitamina D está fácilmente disponible, 58 millones de niños estadounidenses no obtienen suficiente de esta vitamina vital. La vitamina ayuda a su cuerpo a procesar calcio, lo que ayuda a que sus huesos se desarrollen y se mantengan fuertes, por lo que es esencial para los adolescentes cuyos cuerpos aún están creciendo. La vitamina D se encuentra en la leche y los productos lácteos, así como en algunos tipos de pescado y cereales. La exposición al sol también hace que su cuerpo produzca la vitamina.
Raquitismo
El raquitismo es una condición que ocurre en adolescentes que han tenido deficiencia de vitamina D durante años. Un adolescente con raquitismo será más pequeño que el promedio y puede mostrar algunas anomalías óseas. En particular, puede tener piernas arqueadas, muñecas gruesas o una columna curva. Un médico debe realizar radiografías y hacerse análisis de sangre para diagnosticar el raquitismo. Esta condición a menudo se puede tratar agregando más vitamina D a la dieta del adolescente, aunque en algunos casos puede ser necesaria la cirugía.
Roturas óseas y dolor
Incluso si sus huesos son de tamaño normal, los huesos de un adolescente con deficiencia de vitamina D pueden debilitarse porque no está obteniendo suficiente calcio para mantener sus huesos fuertes. La deficiencia de vitamina D puede ser la culpable si se rompe los huesos fácilmente, como en un accidente leve. También puede sentir dolor en los huesos debido a su deficiencia. Cualquier hueso puede verse afectado. Comer más de la vitamina generalmente fortalecerá sus huesos sin ayuda médica adicional.
Obesidad
Con casi un tercio de los adolescentes estadounidenses con sobrepeso, puede ser difícil determinar si su hijo tiene sobrepeso debido a la deficiencia de vitamina D, pero los dos se han relacionado. Un estudio realizado por la Universidad Johns Hopkins encontró que los adolescentes que tenían niveles bajos de vitamina D eran cinco veces más obesos que sus compañeros. No se sabe exactamente por qué los dos están relacionados, pero ayudar a su hijo a mantenerse activo mientras lo alimenta con más alimentos bajos en grasa y ricos en vitamina D puede elevar sus niveles y reducir su peso.
Fatiga y depresión
La depresión es común entre los adolescentes, y aunque la deficiencia de vitamina D no hará que su adolescente se deprima, puede empeorar sus síntomas. La deficiencia puede causarle fatiga, haciéndola menos activa y más retraída. Dado que la exposición al sol crea vitamina D, los adolescentes que viven en lugares nublados y fríos donde no ven mucho el sol pueden experimentar más fatiga y depresión durante los meses nublados. Si nota que está especialmente retraída en invierno, puede ser útil llevarla afuera a caminar cada vez que aparezca el sol.