Como metal de transición, el hierro tiene una doble personalidad. El hierro es un nutriente esencial, bueno, o puede ser una toxina peligrosa, malo.
El hierro intravenoso, o IVI, se recomienda cuando alguien tiene anemia por deficiencia de hierro y no puede obtener suficiente hierro de su dieta o suplementos de hierro. Las personas con enfermedad renal crónica suelen recibir IVI, aunque este tratamiento puede recomendarse para personas con otra afección que reduce la absorción de hierro por los intestinos.
Preparaciones de hierro
El hierro normalmente se administra como un complejo con otras moléculas para hacerlo más estable en la sangre. Las primeras preparaciones aprobadas fueron sacarosa de hierro, gluconato de hierro y dextrano de hierro. La cantidad de hierro administrada por inyección es de aproximadamente 100 mg para estos productos.
Las nuevas preparaciones de hierro aprobadas por la Administración de Drogas y Alimentos incluyen carboximaltosa férrica, otro complejo de azúcar, y ferumoxitol, un complejo de carbohidratos de hierro. Estas formas de IVI pueden administrarse a dosis de aproximadamente 500 a 750 mg de hierro en una sola infusión.
Anafilaxia e Inyecciones de Hierro
El problema más grave asociado con la inyección de productos IVI es una reacción alérgica severa a la inyección llamada anafilaxia. Esta es una respuesta repentina que afecta a todo el cuerpo, lo que a veces le sucede a las personas que son alérgicas al maní o las abejas. Los signos y síntomas de la anafilaxia incluyen mareos o desmayos, enrojecimiento y picazón en la piel, dificultad para respirar, frecuencia cardíaca rápida, presión arterial baja y ansiedad repentina.
Investigadores de la FDA revisaron los informes voluntarios presentados a la agencia de reacciones anafilácticas graves asociadas con IVI hasta mediados de 2007. Sus hallazgos se informaron en un artículo de septiembre de 2010 publicado en el "American Journal of Hematology".
Los autores señalan que anualmente se producen 3 o menos muertes confirmadas en los EE. UU. Relacionadas con una reacción anafiláctica al IVI. La administración de hierro dextrano parece tener una tasa más alta de anafilaxia en comparación con otros productos de hierro por vía intravenosa, según los autores del informe.
Efectos secundarios comunes
Los síntomas gastrointestinales que se observan con IVI incluyen náuseas, vómitos y diarrea. La náusea es el síntoma más común con los agentes más nuevos, pero ocurre en menos del 7 por ciento de los pacientes, según la información de prescripción de los fabricantes.
La presión arterial baja es el efecto secundario más común asociado con la inyección de sacarosa de hierro y gluconato de hierro. Otros síntomas incluyen dolor en el pecho, calambres abdominales y dificultad para respirar. Los efectos secundarios menos comunes incluyen mareos, pérdida del sentido del gusto, acumulación de líquido y dolor en la espalda o las extremidades.
Sobrecarga de hierro
Con el uso prolongado, el hierro intravenoso puede provocar una sobrecarga de hierro en los tejidos, lo cual es una condición peligrosa. La sobrecarga de hierro puede ser tóxica para todos los sistemas del cuerpo.
Los signos y síntomas de sobrecarga de hierro incluyen cansancio, latidos cardíacos irregulares e insuficiencia cardíaca, dolor en las articulaciones, pérdida de fertilidad, disfunción eréctil y cambio en el color de la piel. El hígado es un sitio primario de sobrecarga de hierro y puede comenzar a fallar a medida que el hierro se acumula. El uso de IVI requiere un control cuidadoso para evitar la sobrecarga de hierro.