El hierro, un mineral esencial, forma parte integral de las enzimas y proteínas necesarias para una salud vibrante. La mayor parte del hierro de su cuerpo se encuentra en los glóbulos rojos, que transportan oxígeno. La ingesta diaria recomendada de hierro para los hombres es de 8 miligramos y para las mujeres es de 18 miligramos. Según la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos, una ingesta de hasta 45 miligramos de hierro por día es segura. Sin embargo, ir por la borda podría resultar desastroso para su salud en general. Por esa razón, debe tomar suplementos de hierro solo después de consultar a su médico.
Sobrecarga de hierro
Al comer demasiado hierro, puede desarrollar una afección llamada hemocromatosis. El hierro puede ser tóxico para su cuerpo cuando se consume en exceso. Puede contaminar los órganos de su cuerpo y provocar insuficiencia orgánica. En la hemocromatosis, el hierro puede acumularse en el corazón, el páncreas y el hígado. La acumulación de hierro en el hígado puede causar cáncer de hígado, cirrosis, insuficiencia hepática o un hígado agrandado. La cirrosis significa cicatrices en el hígado, lo que causa una función hepática deficiente. Puede desarrollar diabetes por sobrecarga de hierro en su páncreas. La acumulación de hierro en su corazón puede causar insuficiencia cardíaca y latidos aleatorios llamados arritmias. Si no se trata, la hemocromatosis puede causar la muerte.
Efectos secundarios gastrointestinales
Consumir demasiado hierro puede producir efectos secundarios gastrointestinales como acidez estomacal, diarrea, estreñimiento, molestias, náuseas, daño hepático, vómitos de sangre, heces negras y con sangre y sabor metálico en la boca.
Efectos secundarios del sistema nervioso
El consumo excesivo de hierro puede afectar negativamente su sistema nervioso. Puede experimentar síntomas como mareos, dolor de cabeza, convulsiones, escalofríos, fiebre y somnolencia. El consumo excesivo de este nutriente puede matar su deseo de hacer cualquier cosa. De hecho, también puede desarrollar coma dentro de media hora a una hora después de una sobredosis de hierro.
Edema pulmonar
Demasiado hierro en su cuerpo puede dar lugar a una afección llamada edema pulmonar. El edema pulmonar se refiere a una acumulación anormal de líquido en los alvéolos de los pulmones, que causa dificultad para respirar. Puede ir acompañado de sudoración excesiva, ansiedad o inquietud, silbidos al respirar, sensación de ahogamiento, hinchazón de las piernas, piel pálida, tos o escupir sangre y disminución del estado de alerta.
Otros efectos secundarios
Aunque la evidencia no es concluyente, puede haber una relación entre los niveles elevados de hierro y el riesgo de enfermedad de Alzheimer, cáncer y enfermedad cardíaca, según el Centro Médico de la Universidad de Maryland. Las personas con enfermedad inflamatoria intestinal, como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, parecen tener grandes cantidades de hierro en las partes del intestino inflamadas. Otros síntomas de demasiado hierro incluyen presión arterial baja, deshidratación, shock y pulso rápido y débil.