La tiroides es una glándula en forma de mariposa en el cuello. Aunque es de tamaño pequeño, desempeña un papel importante en su bienestar al producir hormonas que ayudan a regular su metabolismo, nivel de energía, estado de ánimo y temperatura corporal. Según una experta en salud de la mujer, la Dra. Christiane Northrup, aproximadamente una de cada ocho mujeres de entre 35 y 65 años y una de cada cinco mujeres mayores de 65 años tienen una enfermedad de la tiroides. Si se incorpora adecuadamente, la avena puede beneficiar una dieta amigable para la tiroides.
Beneficios
Como grano integral, la avena proporciona cantidades ricas de fibra, lo que puede ayudar a minimizar el estreñimiento asociado con el hipotiroidismo o una tiroides poco activa. La avena también proporciona cantidades significativas de vitaminas B y selenio, nutrientes importantes para la función tiroidea adecuada. Como alimento de bajo índice glucémico, la avena tiene un impacto leve en el azúcar en la sangre. Disminuir el impacto glucémico de su dieta puede ayudar a restaurar niveles saludables de hormonas, según la Dra. Christiane Northrup, y mejorar el control del apetito, lo que puede facilitar el proceso de control de peso.
Riesgos potenciales
Existe una fuerte correlación entre la enfermedad tiroidea autoinmune, incluidas las enfermedades de Graves y Hashimoto, y la enfermedad celíaca, según un artículo de "Today's Dietitian" publicado en noviembre de 2010. La enfermedad celíaca es un trastorno autoinmune del intestino delgado que interfiere con la absorción de nutrientes. El tratamiento para la enfermedad celíaca generalmente implica evitar estrictamente el gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno. Aunque la avena no contiene gluten de forma natural, la avena preparada comercialmente a menudo está contaminada con cebada o trigo. Si tiene enfermedad celíaca y consume avena contaminada con granos de glúteos, puede experimentar dolor abdominal, gases, hinchazón y diarrea.
Sugerencias
Alimentos útiles adicionales
Los alimentos adicionales ricos en fibra incluyen frijoles, lentejas, frambuesas, peras, alcachofas, guisantes verdes y otros granos integrales, como arroz integral, arroz salvaje y palomitas de maíz. Comer alimentos ricos en antioxidantes, como bayas, tomates, calabazas y pimientos, puede ayudar a controlar los síntomas de hipotiroidismo, según el UMMC. Como alimentos bajos en calorías, las frutas y verduras también pueden ayudarlo a mantenerse dentro de sus necesidades calóricas mientras controla el exceso de peso. Los ácidos grasos omega-3, que prevalecen en las nueces, las semillas de lino, el aceite de canola y el pescado de agua fría, como el salmón, la caballa y el halibut, pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar la función inmune.