Si sus costillas se agrietan mientras se estira, es probable que también presente dolor. Una fractura de costilla, costocondritis y esguince pueden provocar grietas si se estira la caja torácica. Consulte a su médico para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Identificación
Una costilla fracturada a veces hará un sonido crujiente si toca el punto de la lesión. Además, el área de la caja torácica podría aparecer deformada, magullada y tener espasmos musculares. Estirar, respirar profundamente, toser y estornudar son dolorosos si se fractura la costilla. La costocondritis, una inflamación en el área de las costillas superiores, también puede causar grietas y puede ir acompañada de sensibilidad e hinchazón. Las personas con costocondritis a veces confunden sus síntomas con un ataque al corazón. Esguinces costo-transversales también pueden causar grietas y el dolor será más notable al estirar las costillas.
Causas
Una costilla fracturada suele ser causada por un traumatismo directo en la caja torácica. Eventos como una tos persistente y severa o la maniobra de Heimlich pueden fracturar una costilla. La costocondritis puede ser causada por un trauma o tensión física de actividades como el levantamiento de pesas. Una infección respiratoria o fibromialgia también puede causar costocondritis. Se puede sentir un esguince costo-transversal cuando se despierta por la mañana después de dormir en una posición incómoda o si ha retrasado el dolor por un trauma menor. Una tos crónica también puede causar un esguince costo-transversal.
Tratamiento
Controlar el dolor de una fractura de costilla es el principal medio de tratamiento. No se puede usar una férula o yeso para una fractura, ya que puede restringir la respiración y provocar neumonía. No realice actividades extenuantes y congele el área por hasta 30 minutos cada cuatro horas. Los narcóticos pueden usarse las primeras dos semanas, seguidos de un antiinflamatorio no esteroideo de venta libre. Si experimenta dolor y contracción a largo plazo mientras estira las costillas, su médico puede administrarle una inyección de corticosteroides. Para la costocondritis aguda, también se pueden usar antiinflamatorios no esteroideos, así como un relajante muscular.