La investigación muestra que los estudiantes aprenden mejor cuando están bien alimentados. Según una dietista registrada, Elisa Zied, autora de "Feed Your Family Right", la alimentación saludable se ha relacionado con mejores calificaciones, mejor memoria, más atención, un procesamiento de información más rápido y una mejor salud, lo que lleva a una mejor asistencia a la escuela. Por el contrario, los hábitos alimenticios poco saludables pueden afectar negativamente el aprendizaje. Los investigadores han estudiado varias áreas relacionadas con la alimentación y el aprendizaje.
Comience bien el día
Saltarse el desayuno puede tener un impacto negativo en el aprendizaje: un mayor porcentaje de comedores de desayuno aprobó un examen de biología en un estudio de estudiantes universitarios realizado por Gregory Phillips. También es importante comer un desayuno de alta calidad. En un estudio de estudiantes de 12 a 13 años, la calificación promedio aumentó a medida que mejoró la calidad del desayuno. En otro estudio de estudiantes de 11 a 14 años, tomar un desayuno con alimentos con bajo índice glucémico (IG) se asoció con un procesamiento de información más rápido. Los alimentos con bajo IG incluyen frutas, verduras, nueces y panes y cereales integrales, según Zied.
Aumentar la memoria
Incluso con el desayuno, el cerebro puede quedarse sin combustible antes del almuerzo. En un estudio de estudiantes de 7 a 9 años, tomar un refrigerio a media mañana mejoró la memoria. Los niños que comieron un desayuno y almuerzo más pequeños pero consumieron un refrigerio a media mañana experimentaron una disminución menor en la memoria inmediata y tardía. Sin embargo, la atención no se vio afectada. Zied recomienda yogur con arándanos; Esta fruta se ha relacionado con una mejor memoria en los estudios. Un huevo duro también es una buena opción de bocadillo porque los huevos contienen colina, un nutriente que mejora la memoria en estudios con animales.
Manténgase alerta
Los niños que comen de manera saludable tienen más probabilidades de asistir a la escuela y participar. Sin una nutrición adecuada y calorías adecuadas, los estudiantes a menudo no tienen suficiente energía para alimentar el cerebro, lo que resulta en fatiga y problemas de aprendizaje. De hecho, el estado de alerta mejoró significativamente en los estudiantes que desayunaron en un estudio de estudiantes de secundaria publicado en la revista Pediatrics. Los estudiantes varones también informaron sentirse más positivos, pueden mejorar el rendimiento académico al hacer que los estudiantes estén más ansiosos por aprender, según Zied.
Comida basura basura
Los estudiantes que comen mucha comida chatarra tienen más probabilidades de quedarse atrás en la escuela. Un estudio de estudiantes de escuelas públicas publicado en el Journal of School Health relacionó la ingesta elevada de bebidas azucaradas, como las gaseosas azucaradas, con puntuaciones más bajas en las pruebas de matemáticas. Una dieta rica en comida chatarra y refrescos azucarados también está relacionada con la obesidad infantil, lo que podría resultar en un menor funcionamiento cognitivo, según una investigación de la Universidad de Yale de 2011. Por otro lado, los estudiantes con hábitos alimenticios saludables son menos propensos a ser obesos y más propensos a aprender bien.