La dificultad para respirar o las dificultades para respirar pueden tener varias causas, como asma, enfisema, enfermedad cardíaca o ansiedad. Una de las causas de varios problemas de salud que pueden presentarse con dificultades respiratorias es el sobrepeso. En algunos casos, perder peso puede ayudar si tiene dificultades para respirar. Si sufre dificultades respiratorias graves, busque ayuda médica de emergencia de inmediato. Si los problemas respiratorios son leves, comuníquese con su médico lo antes posible para una evaluación.
Problemas pulmonares
Obesidad y apnea del sueño
La apnea obstructiva del sueño puede hacer que deje de respirar durante al menos 10 segundos a la vez, docenas o incluso cientos de veces por noche. Las dificultades para respirar que experimenta durante el sueño pueden cansarlo mucho durante el día, pero es posible que no se despierte completamente durante la noche para notar que no está respirando correctamente. Un factor de riesgo para la apnea del sueño es el sobrepeso, especialmente si tiende a llevar su peso extra en su abdomen.
Enfermedad cardiovascular
En algunos casos, la falta de aliento puede ser causada por enfermedades cardiovasculares. Si no tiene suficiente oxígeno en la sangre debido a una enfermedad cardíaca, puede sentir que no está recibiendo suficiente aire y puede respirar sin aliento o sentir que tiene que respirar profundamente para compensar. La obesidad lo pone en riesgo de enfermedad cardíaca, hipertensión y colesterol alto, lo que afecta el corazón y puede provocar dificultades para respirar.
Solución
Reduzca su riesgo de desarrollar dificultades respiratorias al perder peso si tiene sobrepeso u obesidad. Hable con su médico antes de comenzar cualquier plan de pérdida de peso, especialmente si tiene mucho peso que perder. Un objetivo razonable para perder peso es tratar de perder 1 a 2 libras. por semana reduciendo la cantidad de calorías que come y aumentando la cantidad de calorías que quema a través del ejercicio. Si tiene dificultad para respirar, trabaje cuidadosamente con su médico para encontrar un ejercicio efectivo que sea seguro para su condición médica.