La leche de coco puede no ser conocida como una panacea para mejorar el intestino, pero tiene algunos beneficios para su sistema digestivo. Es sin lactosa, una leche baja en FODMAP y una fuente de fibra. Pero tenga cuidado con la cantidad que bebe porque la leche de coco también es alta en calorías y grasas.
Leche sin lactosa
Si eres intolerante a la lactosa, beber leche de vaca puede causar diarrea, dolor abdominal, gases e hinchazón debido a su contenido de lactosa. La leche de coco es naturalmente libre de lactosa y puede servir como una buena leche alternativa para las personas con intolerancia a la lactosa. Para obtener los mayores beneficios, busque leche de coco fortificada con calcio y vitamina D.
Comida baja en FODMAP
Los oligo-di-monosacáridos y polioles fermentables, también conocidos como FODMAP, son carbohidratos osmóticos, lo que significa que llevan agua al intestino. Algunas personas tienen dificultades para digerir los alimentos que contienen FODMAP y experimentan diarrea, gases, distensión abdominal o estreñimiento. La leche de coco es un alimento bajo en FODMAP, lo que significa que puede ser más fácil de digerir. Se recomienda una dieta baja en FODMAP a las personas con síndrome del intestino irritable, un trastorno gastrointestinal funcional que causa molestias abdominales y cambios en los hábitos intestinales.
Consigue un poco de fibra
Si está luchando contra el estreñimiento, puede ayudar obtener más fibra en su dieta. Una taza de leche de coco cruda tiene 5 gramos de fibra, mientras que la misma porción de leche de coco fortificada lista para tomar tiene 1 gramo de fibra. Obtener 25 gramos a 30 gramos de fibra al día puede ayudar a mejorar la salud intestinal, según el Sistema de Salud Mount Sinai, así como beber de 64 a 100 onzas de líquido como el agua.
Calorías y grasas
Si bien la leche de coco ofrece una serie de beneficios para sus intestinos, es posible que su contenido alto en calorías no lo sea. Una taza de leche de coco cruda tiene 552 calorías. La versión lista para tomar es una mejor opción, con 70 calorías por taza.
Sin embargo, ambos tipos de leche tienen un alto contenido de grasas saturadas, con 50 gramos en la versión cruda y 4, 5 gramos en la versión lista para tomar. La ingesta alta de grasas saturadas está relacionada con la enfermedad cardíaca, y la American Heart Association recomienda que limite su ingesta general a menos del 6 por ciento de las calorías totales, o 13 gramos en una dieta de 2, 000 calorías.