El cuerpo necesita producir glóbulos rojos, entre otras funciones. La mayoría de las personas obtienen suficiente hierro a través de su dieta, pero algunas personas requieren suplementos de hierro para alcanzar niveles adecuados de hierro. Demasiado poco de hierro almacenado en el cuerpo puede tener serias consecuencias; demasiado hierro en el cuerpo también puede ser peligroso y causar daño a los órganos, especialmente al hígado.
Anemia
Su médico puede recetarle suplementos de hierro si tiene anemia, una condición en la que hay un número inadecuado de glóbulos rojos en el cuerpo. La anemia puede causar problemas graves, como fatiga, disminución de la función inmune y bajo rendimiento en el trabajo o la escuela. Las personas que pueden necesitar suplementos de hierro incluyen mujeres embarazadas, personas que han perdido sangre, personas con insuficiencia renal y personas con enfermedades que les hacen absorber cantidades inadecuadas de hierro a través del tracto gastrointestinal.
Metabolismo
El equilibrio de hierro está estrechamente regulado en el cuerpo. El hierro se absorbe a través del tracto gastrointestinal, idealmente a la misma velocidad a la que se pierde. Desafortunadamente, el cuerpo no tiene un mecanismo para eliminar el exceso de hierro; Este hierro se acumula en órganos y tejidos, especialmente en el hígado, y puede causar daños.
Daño hepático
El daño hepático es un efecto secundario grave de la sobrecarga de hierro en el cuerpo. El hierro puede dañar las células del hígado y causar la muerte celular. El hígado puede cicatrizar y producir una afección llamada cirrosis, que puede ser fatal. El hierro puede dañar el ADN de las células del hígado y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de hígado.
Niveles Tóxicos
La Administración de Alimentos y Medicamentos recomienda que las personas consuman no más de 45 mg de hierro por día. Tomar más de 45 mg de hierro por día durante un período prolongado puede provocar que el hierro se acumule en el cuerpo y causar problemas crónicos.
Daño Agudo
Tomar una gran cantidad de hierro durante un corto período de tiempo, alrededor de 50 a 100 veces la dosis recomendada regular, puede ser fatal. Este es un problema grave en niños pequeños que accidentalmente comen una gran cantidad de píldoras de hierro. Tan poco como 200 mg de hierro pueden ser fatales para un niño pequeño. Problemas gastrointestinales y metabólicos graves pueden dar lugar a las primeras etapas de la sobredosis, y puede ocurrir la muerte; más tarde, puede provocar daño hepático.
Daño crónico
El daño hepático crónico puede ocurrir cuando el exceso de hierro se acumula durante un período de tiempo más largo. Aunque el daño hepático por sobrecarga de hierro afecta principalmente a las personas que reciben múltiples transfusiones de sangre, las personas que consumen grandes cantidades de suplementos de hierro durante un período prolongado pueden desarrollar daño hepático. Los signos y síntomas de daño hepático incluyen una coloración amarillenta de la piel, llamada ictericia, dolor abdominal, especialmente en la parte superior derecha del abdomen, hinchazón abdominal, fatiga y picazón.
Las personas con hemocromatosis tienen un riesgo especial de desarrollar una sobrecarga de hierro, incluso por la ingestión de una cantidad normal de hierro. Estas personas poseen un defecto genético que les hace absorber demasiado hierro; Este hierro se acumula en los órganos, especialmente en el hígado, y causa daños. Las personas con hemocromatosis deben regular cuidadosamente su consumo de hierro; También pueden donar sangre regularmente para disminuir el hierro extra almacenado en sus cuerpos.
Recomendaciones
Solo tome suplementos de hierro si su médico los recomienda. Su médico controlará cuidadosamente los efectos de la suplementación de hierro con análisis de sangre, y el tratamiento se suspenderá cuando el cuerpo tenga suficiente hierro para producir una cantidad adecuada de glóbulos rojos. Las personas que no requieren específicamente suplementos de hierro no deben tomar píldoras de hierro.