Las estatinas son uno de los medicamentos más comunes y efectivos utilizados para reducir el colesterol. De hecho, millones de estadounidenses los toman cada día. La mayoría no tiene problemas, pero algunas personas informan dolor muscular y debilidad mientras toman el medicamento. Estos síntomas pueden ser una indicación de miopatía y daño muscular. Hable con su médico tan pronto como note algún síntoma inusual.
Cambio de medicamentos
Cambiar a otro medicamento para bajar el colesterol es el primer paso para reparar cualquier daño causado por las estatinas, especialmente si ha estado tomando el medicamento por menos de un año. El daño muscular suele ser el más grave con la dosis más alta durante el primer año de su uso. Aunque las estatinas son uno de los medicamentos más efectivos utilizados para tratar el colesterol alto en la sangre, las resinas que se unen a los ácidos biliares y los inhibidores de la absorción del colesterol también son beneficiosos. Su médico puede ayudarlo a determinar qué medicamento se adapta mejor a sus necesidades.
Evaluar el daño
Antes de intentar revertir cualquier daño muscular causado por las estatinas, hable con su médico acerca de un examen físico. Él puede evaluar el tono y la fuerza de sus músculos, así como cualquier atrofia que haya tenido lugar. Durante el examen, puede descubrir que los síntomas que experimenta no son en realidad el resultado del daño muscular, sino más bien problemas con los tendones o las articulaciones, que a veces pueden imitar la miopatía inducida por estatinas.
Hacer un plan
Después de evaluar el daño, usted y su médico pueden establecer un plan para ayudar a mejorar la fuerza de sus piernas. Se sabe que los períodos de ejercicio extenuantes o prolongados inducen miopatía, especialmente si todavía está tomando el medicamento que causa el daño, por lo que debe tener especial cuidado al comenzar un programa de ejercicios. Hacer demasiado y demasiado pronto podría empeorar su condición. Un médico o fisioterapeuta es clave para prevenir esta complicación.
Mejorando la fuerza
Una vez que su médico le dé el visto bueno, puede comenzar su programa de ejercicios. Con la rehabilitación, el entrenamiento de fuerza a menudo juega un papel importante para devolver la fuerza a los músculos dañados por los medicamentos. Mantener los pesos y las repeticiones relativamente bajos es un buen lugar para comenzar. A medida que mejore su fuerza, aumente progresivamente tanto el peso como las repeticiones. Al mismo tiempo, su médico o fisioterapeuta probablemente fomente la actividad cardiovascular. Caminar es probablemente lo más accesible, así que no se sorprenda si se encuentra en la cinta de correr. Para comenzar, es posible que solo pueda ir 10 minutos seguidos. Pero al igual que el entrenamiento de fuerza, aumentará el tiempo hasta que camine más de 30 minutos por sesión.
Reducir el dolor
Tomar coenzima Q10 puede ayudar, al menos cuando se trata del dolor asociado con el dolor muscular inducido por estatinas. Un estudio publicado en el "Journal of the American College of Cardiology" encontró que los pacientes que tomaron CoQ10, como se le llama a menudo, informaron menos incidentes de dolor durante el ejercicio al tomar este suplemento que otros nutrientes, como la vitamina E. Aunque el estudio fue pequeño, y se necesita más investigación, incluir este suplemento en su dieta puede disminuir el dolor, haciendo que sea mucho más fácil hacer ejercicio y mejorar su fuerza.
