La resistencia es un marcador de salud en todas las personas, sin importar su edad. Para los niños, la resistencia significa poder andar en bicicleta por el vecindario sin cansarse demasiado, así como mantenerse en el patio de recreo y en el campo de deportes.
Tener resistencia no se trata solo de hacer mucho ejercicio: también es importante mantener un peso saludable y llevar una dieta rica en alimentos nutritivos. Bríndeles a los niños la orientación que necesitan en las tres áreas y estarán preparados para el éxito.
Peso saludable
Si su hijo tiene sobrepeso o bajo peso, puede afectar su resistencia. Asegurarse de que su hijo alcance y mantenga un peso saludable es el primer paso para ayudar a mejorar este marcador de salud.
El IMC, o índice de masa corporal, es una medida comúnmente utilizada para evaluar el nivel de grasa corporal. Es más preciso que el peso solo como medida de salud, porque tiene en cuenta la altura y el peso. Puede usar la calculadora de IMC del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades para estimar el IMC de su hijo y luego compararlo con las tablas de crecimiento del percentil de IMC para la edad.
Su pediatra es el mejor recurso si cree que su hijo podría tener sobrepeso o bajo peso. Si no está seguro, haga una cita para hablar con ella.
Haga que los niños participen en el ejercicio
Con una dieta saludable y un peso saludable, los niños ya tienen resistencia natural. Para mejorar su resistencia, necesitan entrenar su corazón y sus pulmones para que funcionen de manera más eficiente.
Los CDC recomiendan que los niños realicen al menos una hora de actividad física cada día. Esto puede incluir correr por el patio de recreo con amigos, o puede incluir actividades más regimentadas y sostenidas como correr, nadar, andar en bicicleta o jugar fútbol o baloncesto.
Si su hijo actualmente no está haciendo suficiente actividad, aumentar su nivel de actividad aumentará su resistencia. Incluso si es solo caminar, sacar a los niños del sofá y sacarlos de la casa hace una gran diferencia en su nivel de condición física.
Anime a su hijo a realizar más actividades caminando, trotando o montando bicicleta juntos. También puede buscar un equipo deportivo u otra actividad en la que su hijo pueda participar con sus compañeros. Encontrar algo que le gusta hacer hará que sea más probable que se quede con eso.
Los músculos fuertes también son un componente crucial de la resistencia. Si su hijo carece de fuerza, se cansará más fácilmente. Los CDC recomiendan que los niños participen en actividades de fortalecimiento muscular al menos tres días a la semana como parte del mínimo recomendado de 60 minutos de actividad física por día.
Muchas actividades cuentan como el fortalecimiento muscular, desde jugar tira y afloja y trepar a los árboles, hasta hacer flexiones, abdominales y dominadas. Sugiera hacer estas actividades con sus hijos o haga que participen en una actividad grupal con sus compañeros donde fortalecerán sus músculos.
Dieta saludable
La dieta juega el papel más importante en la salud general, el control del peso y las medidas de rendimiento, como la resistencia. Obtener la cantidad adecuada de alimentos saludables asegura que un niño mantenga un peso saludable y tenga la energía para esforzarse por largos períodos de tiempo.
Una dieta saludable para niños incluye muchas verduras y frutas frescas, que son una rica fuente de vitaminas y minerales esenciales que apoyan la salud cardiovascular y, por lo tanto, la resistencia. Procure que su hijo reciba al menos cinco porciones por día e incluya frutas y verduras en cada comida. Las frutas y verduras también son bocadillos saludables y bajos en calorías.
Los granos integrales son fuentes importantes de carbohidratos y energía. A diferencia de los granos refinados, que se encuentran en muchos alimentos procesados, los granos enteros se digieren lentamente, proporcionando a su hijo horas de energía sostenida. Elija alimentos integrales como arroz integral, quinua, pan integral y pasta integral en lugar de arroz blanco, pan blanco y pasta, y evite los refrigerios procesados.
La proteína también es importante para la salud general y la energía constante. Elija fuentes magras, como pollo de carne blanca, pescado, frijoles y tofu.
La comida chatarra, los refrescos azucarados y los dulces no son buenas fuentes de energía o nutrientes. Pueden provocar picos de energía, seguidos de poca energía, un ciclo que puede conducir al aumento de peso, diabetes y enfermedades cardiovasculares.