Las píldoras de cafeína son estimulantes utilizados principalmente para mejorar la conciencia y aumentar los niveles de energía. En algunos casos, las píldoras de cafeína pueden usarse para controlar el apetito. Si bien la cafeína en dosis bajas es relativamente inofensiva, si tiene una afección médica subyacente, combine su dosis con otros estimulantes o tome más de lo recomendado, podría enfrentar efectos secundarios graves que pueden requerir hospitalización. En algunos casos, la cafeína puede ser adictiva.
Adicción a la cafeína
Las píldoras de cafeína son formas concentradas de cafeína y proporcionan energía después de ser ingeridas. Las píldoras varían en dosis, pero generalmente se venden sin receta entre 100 y 250 mg. Las píldoras de cafeína no se clasifican como adictivas, ya que otras son estimulantes como la heroína o la cocaína, porque no producen una compulsión por su uso, explica la Fundación Médica de Palo Alto. Si bien no son tan adictivas como algunas drogas ilegales, las píldoras de cafeína pueden convertirse en hábito porque son estimulantes, proporcionan energía y, en algunos casos, pueden alterar el estado de ánimo. Debido a los efectos secundarios adversos, la mayoría de las pastillas de cafeína o energía muestran etiquetas de advertencia al consumidor.
Efectos secundarios
Los efectos secundarios de las píldoras de cafeína pueden variar de leves a graves, dependiendo de cuántas píldoras haya consumido. Una píldora de alrededor de 100 a 300 mg de cafeína generalmente sentirá que ha consumido entre dos y cuatro tazas de café. En este punto, comenzará a sentirse alerta y más consciente de su entorno y podrá concentrarse y concentrarse mejor. Es posible que aprecies la repentina oleada de energía y la estimulación que obtienes la primera hora o dos después de una píldora de cafeína; esta sensación puede desencadenar fácilmente la necesidad de querer esa sensación nuevamente, lo que puede conducir a la adicción o posiblemente a tomar más píldoras de las que deberías.
Precauciones
Tomar una píldora de cafeína adicional para obtener más energía y resistencia puede ser fácil, pero hacerlo puede ser peligroso. Consumir más de 500 mg al día se considera un uso intensivo. Puede comenzar a experimentar nerviosismo extremo, insomnio, latidos cardíacos rápidos o irregulares, temblores musculares, náuseas, irritabilidad e inquietud. Si está tomando otros medicamentos, como antibióticos o un broncodilatador, puede experimentar efectos secundarios adversos. Si tiene una afección médica subyacente, como hipertiroidismo o un trastorno de ansiedad, la cafeína podría empeorar los síntomas. Si toma pastillas de cafeína regularmente o toma más de lo recomendado, la estimulación del sistema nervioso podría aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial lo suficiente como para necesitar atención médica de emergencia.
Las píldoras de cafeína a veces se usan para bajar de peso. Si tiene un trastorno alimentario, una píldora de cafeína puede ayudar a controlar el apetito; tomar píldoras de cafeína en este caso puede ser especialmente peligroso, especialmente si su ingesta nutricional ya es mínima o está comprometida.
Soluciones
Debe consultar con su médico antes de tomar pastillas de cafeína. Un problema médico subyacente podría estar causando su cansancio o letargo, lo que desencadena su adicción o deseo de tomar pastillas de cafeína. Los niveles bajos de vitaminas y tiroides, así como el aumento de azúcar en la sangre y la anemia son posibles causas de cansancio. Tratar ciertas afecciones médicas junto con seguir una dieta saludable y hacer ejercicio a diario puede ayudar a aumentar los niveles de energía. Si no puede dejar de tomar pastillas de cafeína, consulte primero con su médico. Puede recomendar un tratamiento farmacológico ambulatorio o residencial para ayudar a dejar de usar la píldora.