El ácido tánico, o tanino, es una sustancia de sabor amargo llamada polifenol que se deriva de las plantas. Este compuesto actúa como astringente cuando se consume o aplica tópicamente, lo que significa que encoge o contrae los tejidos del cuerpo. El ácido tánico es el componente del vino tinto o de la fruta inmadura que hace que tu boca quiera fruncir. Según el Departamento de Ciencia Animal de la Universidad de Cornell, la función principal del ácido tánico es unir y precipitar proteínas. El ácido tánico es un componente de muchos alimentos que comemos a diario.
Uvas
Las uvas contienen una alta concentración de taninos. La concentración de taninos en las uvas es fundamental para el arte de la vinificación. Según Tarac Technologies, el ácido tánico es esencial en la elaboración del vino porque garantiza el equilibrio y la complejidad del paladar. Además, es crucial para la estabilidad del color del vino y ayuda a mejorar el proceso de envejecimiento del vino.
Té verde
El té verde es otro producto que contiene una rica concentración de ácido tánico. Según el Centro de Investigación de Toxicología Industrial en Lucknow, India, se ha demostrado que la presencia de ácido tánico en el té verde tiene beneficios antioxidantes al inhibir la producción y la liberación excesiva de óxido nítrico en el cuerpo humano. La producción excesiva de óxido nítrico puede provocar inflamación y daño tisular.
Caquis
De acuerdo con "Permaculture Plants" de Jeff Nugent y Julia Boniface, el fruto de caqui inmaduro contiene una alta concentración de ácido tánico. Por esta razón, el caqui inmaduro es muy desagradable y casi no comestible debido a la característica astringente de la fruta. A medida que los caquis maduran, la concentración de ácido tánico disminuye, lo que permite que los caquis se coman crudos, secos o incorporados en mermeladas y jaleas.
