La cafeína puede afectar el cuerpo y el cerebro de varias maneras. Si bien se usa más comúnmente para el estado de alerta y el enfoque mental, el consumo de cafeína tiene otros posibles efectos secundarios que no deben pasarse por alto. La constricción de los vasos sanguíneos, también conocida como vasoconstricción, es uno de estos posibles efectos secundarios.
Efectos de la cafeína en el cuerpo
La cafeína, una sustancia que se encuentra naturalmente en las hojas de té, nueces de cola, granos de cacao y café, pasa rápidamente al cerebro una vez que se ingiere. Luego permanece en el cuerpo durante muchas horas, lo que significa que sus efectos pueden durar horas. Entre los posibles efectos secundarios de la cafeína se incluyen aumento del ritmo cardíaco, ansiedad, dificultad para dormir, náuseas, inquietud y micción frecuente. Suspender repentinamente el consumo de cafeína puede causar síntomas de abstinencia, como somnolencia, dolores de cabeza e irritabilidad.
Causas de la vasoconstricción
La vasoconstricción es el estrechamiento de los vasos sanguíneos. Cuando se produce vasoconstricción, el flujo sanguíneo se ralentiza o se bloquea parcialmente. Puede ocurrir en respuesta a afecciones psicológicas o medicamentos, como descongestionantes, pseudoefedrina o cafeína. Según MedlinePlus, los medicamentos existen para aumentar y reducir la vasoconstricción, dependiendo de la afección que se esté tratando.
Cafeína, vasoconstricción y cerebro
Un estudio publicado en 2009 en "Human Brain Mapping" se propuso determinar el efecto de la cafeína en el flujo sanguíneo cerebral. Los investigadores encontraron que el uso de cafeína redujo el flujo sanguíneo cerebral en un promedio del 27 por ciento. Esto significa que, si bien la cafeína es conocida por mejorar la energía mental, en realidad puede reducir la cantidad total de sangre en el cerebro, lo que podría resultar en una función cognitiva reducida.
Limitar la ingesta de cafeína
Al limitar su consumo de cafeína, puede evitar la vasoconstricción y la disminución del flujo sanguíneo en el cerebro. El estudio publicado en "Human Brain Mapping" encontró que aquellos que consumían altos niveles de cafeína tenían menos flujo sanguíneo cerebral, en comparación con los usuarios de cafeína bajos y moderados. En el estudio, 45 miligramos por día se consideraron dosis bajas, 405 miligramos por día se consideraron moderados y 950 miligramos por día se consideró un alto nivel de cafeína.