El tracto digestivo humano depende de muchos químicos diferentes, y en algunos casos, organismos, para funcionar normalmente. Los probióticos son organismos, muchos de ellos nativos del intestino humano, que ayudan al funcionamiento del tracto digestivo. Las enzimas digestivas ayudan en los procesos digestivos, que son las reacciones que rompen las moléculas de los alimentos en trozos más pequeños antes de la absorción. Si bien ambos son esenciales para la digestión, varios factores hacen que los probióticos y las enzimas digestivas sean muy diferentes entre sí.
Los probióticos están vivos
Una de las principales diferencias entre las enzimas digestivas y los probióticos es que los probióticos son organismos vivos. Por lo general, son bacterianas, pero también hay algunas especies de levadura que funcionan como probióticos. Las enzimas, por otro lado, no viven, explican los Dres. Mary Campbell y Shawn Farrell en su libro "Bioquímica". En cambio, las enzimas son proteínas, lo que significa que son moléculas grandes formadas por largas cadenas de moléculas más pequeñas llamadas aminoácidos. Su cuerpo produce enzimas en las células de varios órganos diferentes, incluidos el estómago y el páncreas, y las secreta según sea necesario en el tracto digestivo.
Utilidad
Si bien se beneficia de la acción de las enzimas digestivas y los probióticos, hacen cosas muy diferentes en su cuerpo. Las enzimas digestivas rompen las grandes moléculas nutricionales, incluidas las proteínas, los carbohidratos y las grasas, en moléculas más pequeñas que el intestino puede absorber. Las enzimas rompen los carbohidratos en pedazos llamados monosacáridos; proteínas en aminoácidos; y grasas en dos ácidos grasos y un monoacilglicérido, observan Campbell y Farrell. Los probióticos, por otro lado, tienen una variedad de funciones que cambian con la especie del organismo. Pueden ayudar en la absorción de vitaminas y minerales, aliviar la intolerancia a la lactosa y producir vitamina K. Sin embargo, no descomponen las moléculas de alimentos que absorbe.
Fuentes
Obtiene enzimas digestivas y probióticos de diferentes fuentes. Sus propias células producen enzimas digestivas y las secretan en los espacios apropiados del tracto gastrointestinal, explica la Dra. Lauralee Sherwood en su libro "Fisiología humana". Si bien es posible tomar una cantidad limitada de enzimas digestivas para mejorar la digestión, aunque rara vez es necesario, la mayoría de las enzimas digestivas no funcionan como suplementos. Esto se debe a que las enzimas son proteínas, y si no están destinadas a operar en el estómago, el estómago simplemente las digiere como cualquier otra proteína nutricional. Por otro lado, puede obtener probióticos de los alimentos. El yogur, que contiene microorganismos probióticos vivos, es una fuente común de probióticos en la dieta. Otros productos lácteos fermentados y productos alimenticios también contienen altos niveles de probióticos.