Una dieta para diabetes y problemas hepáticos equilibra las necesidades de ambas afecciones de manera efectiva. Los diabéticos necesitan controlar la ingesta de carbohidratos para mantener los niveles de azúcar en la sangre dentro del rango, mientras que aquellos con problemas hepáticos deben reducir la ingesta de alimentos que estresan el hígado, como las proteínas. Las grasas monoinsaturadas y los ácidos grasos omega-3 también deben ser parte de su dieta. Si tiene diabetes y problemas hepáticos, hable con su médico o profesional de la salud sobre la dieta óptima para usted.
Convivencia de condiciones
La coexistencia de diabetes y problemas hepáticos como la enfermedad del hígado graso no alcohólico, la cirrosis y la insuficiencia hepática ocurre regularmente, según un artículo en la edición de marzo de 2007 de "Diabetes Care". Las modificaciones dietéticas recomendadas incluyen la reducción de la ingesta calórica, ya que la pérdida de peso disminuye el hígado graso. Una dieta alta en carbohidratos complejos, baja en carnes rojas y alta en grasas monoinsaturadas, como la dieta mediterránea, parece ayudar a los pacientes con diabetes y problemas hepáticos a manejar ambas afecciones.
Carbohidratos
Si bien los carbohidratos complejos, como las batatas, las lentejas, el arroz integral, la avena y los cereales de salvado con alto contenido de fibra, se recomiendan para pacientes con diabetes y problemas hepáticos, es importante mantener bajas las porciones de este tipo de alimentos para evitar aumentar el azúcar en la sangre. niveles. Comer demasiados carbohidratos también provocará un exceso de ingesta calórica y aumento de peso, lo que puede exacerbar los problemas hepáticos.
Proteinas y grasas
Como regla general, los pacientes con diabetes y problemas hepáticos deben mantener baja la ingesta de proteínas, porque un hígado dañado tendrá dificultades para procesar proteínas, según MedlinePlus. Una ingesta moderada a alta de grasas monoinsaturadas, como el aceite de oliva, el aguacate, el aceite de canola y las almendras, funciona bien para los diabéticos con problemas hepáticos. Los ácidos grasos Omega-3 del pescado de agua fría, como el arenque, el salmón y la caballa, también son beneficiosos.
Alcohol y sal
Los diabéticos con problemas hepáticos deben evitar el alcohol por completo, ya que el alcohol combinado con un alto nivel de azúcar en la sangre puede dañar aún más el hígado, según Maria Collazo-Clavell, MD de MayoClinic.com. Demasiado alcohol también agrega calorías excesivas, lo que interferirá con la pérdida de peso. También se recomienda una baja ingesta de sal, ya que el exceso de sal puede hacer que el hígado se hinche y favorezca la acumulación de líquido en el órgano enfermo.