Compuestas de tejido muscular, las cuerdas vocales son las dos pequeñas bandas elásticas dentro de la laringe. Cuando se exhala aire a través de la tráquea, pasa a través de las cuerdas vocales cerradas, haciendo que vibren y produzcan ruido.
Cuando no está hablando, las cuerdas vocales permanecen abiertas y le permiten respirar. Ocasionalmente, las pequeñas bandas elásticas se dañan, lo que afecta la respiración, el habla, la comida y la tos, según la Clínica Cleveland. Los ejercicios de voz para fortalecer las cuerdas vocales tienen como objetivo ayudarlo a recuperar el control de las cuerdas vocales y la garganta.
Ejercicios de fortalecimiento de la cuerda vocal
Si el daño a sus cuerdas vocales los ha debilitado, los ejercicios de fortalecimiento pueden ayudar a su condición. Pronunciar palabras y frases que comienzan con una vocal tienden a ser los mejores ejercicios para activar las cuerdas vocales. El sitio web de Aurora Health Care recomienda repetir la frase "Ah-Ah-Ah" con un comienzo difícil 10 veces al menos tres veces al día. A lo largo del día, desafíate a repetir palabras que comiencen con vocales, como "arriba, elefante, ignorar, accidente y búho". Mientras dices las palabras, trata de enfatizar el primer sonido.
Agregue la técnica de empujar / tirar
Aclara tu garganta
El Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio recomienda una "maniobra de deglución supraglótica", que puede ayudar a aclarar la garganta en preparación del habla.
- Gira la cabeza hacia el lado de las cuerdas vocales dañadas. Si las cuerdas vocales en ambos lados están dañadas, simplemente deje la cabeza apuntando hacia adelante.
- Contenga la respiración con fuerza mientras traga.
- Luego, tosa inmediatamente después de tragar antes de exhalar.
La garganta se aclara durante la fase de deglución, mientras que la fase de tos ayuda a acercar las cuerdas vocales.
Relaja la garganta
Aprender a relajar la garganta puede ayudarlo a mantener el control de su respiración y las cuerdas vocales dañadas.
- Acuéstese en el suelo con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo.
- coloca tu mano sobre tu abdomen mientras inhalas lentamente por la nariz y exhalas lentamente por los labios fruncidos.
- Observe su mano mientras se mueve hacia arriba y hacia abajo con cada respiración.
- Altere la velocidad de sus inhalaciones y exhalaciones, manteniendo la garganta relajada con cada respiración.
A medida que se familiarice con el ejercicio, practique respirando en posición vertical, en cuclillas, inclinándose hacia adelante e inclinado sobre las posiciones.