En los últimos años, la linaza, uno de los cultivos más antiguos y versátiles del mundo, se ha convertido en una fuente inagotable de nutrición. Esta pequeña semilla de nuez no solo es una buena fuente de fibra, sino una de las fuentes vegetales más ricas en grasas omega-3 y abundante en lignanos, un compuesto similar al estrógeno o fitoestrógeno.
Si bien el estrógeno humano es vital para el crecimiento y la regulación del sistema reproductivo femenino, la exposición excesiva a esta hormona está relacionada con ciertas afecciones de salud, incluido el cáncer de mama.
Esto ha generado preocupación porque los efectos del estrógeno del lino pueden afectar los niveles sanguíneos, sin embargo, la investigación hasta la fecha muestra que agregar semillas de lino a la dieta reduce o no tiene un impacto significativo en los niveles corporales de estrógeno.
Nutrición de lino
El consumo de linaza puede ayudar a controlar y reducir el riesgo de afecciones como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer. Estos beneficios para la salud están comúnmente relacionados con el contenido de fibra, lignano y grasa omega-3 de la semilla, aunque no todos los químicos de plantas en el lino se han estudiado directamente.
En el mundo de la investigación, el lino es probablemente más conocido por su contenido de lignanos, ya que esta semilla contiene hasta 800 veces más de este fitoestrógeno en comparación con otros alimentos vegetales.
Sin embargo, un tema controvertido ha sido los efectos similares a los estrógenos de los lignanos, y la preocupación de que el consumo de lino pueda alimentar trastornos relacionados con el exceso de estrógenos, incluidos los cánceres de mama, útero y ovario receptivos al estrógeno.
Impacto del lino sobre el estrógeno
Aunque los fitoestrógenos, como los lignanos, son estructuralmente similares al estrógeno producido por el cuerpo, comer más lino no parece aumentar los niveles sanguíneos de esta hormona.
De hecho, una revisión de la investigación en humanos disponible, publicada en la edición de mayo de 2014 de "Integrative Cancer Therapies", concluyó que el consumo de linaza en las mujeres no tuvo ningún impacto o causó una disminución en los niveles sanguíneos de estrógeno.
Además, uno de estos ensayos mostró que 2 cucharadas de semillas de lino molidas redujeron diariamente los niveles en las mujeres con sobrepeso, pero no disminuyeron significativamente los niveles de estrógeno en las mujeres posmenopáusicas de peso normal.
Más allá de los niveles de estrógeno
Los fitoestrógenos no necesitan reducir los niveles de estrógeno para ejercer sus efectos sobre la salud. Por ejemplo, se sabe que los subproductos de lignano se unen a los receptores de estrógenos que se encuentran en los tejidos del cuerpo, cambiando la producción de estrógenos a formas más débiles que no mejoran el crecimiento de las células cancerosas. Los lignanos que se encuentran en el lino también pueden inhibir la aromatasa, una enzima que produce estrógenos.
Debido a que los fitoestrógenos son estructuralmente similares al estrógeno, también pueden imitar el estrógeno y ayudar a reducir el riesgo de afecciones asociadas con niveles bajos de estrógeno, como la osteoporosis y las enfermedades cardíacas. Sin embargo, se necesita más investigación para determinar la efectividad, la dosificación y la seguridad del uso del lino como terapia para afecciones asociadas con niveles bajos o altos de estrógenos.
Precauciones
Revisado por Kay Peck, MPH RD